28 de mayo de 2010

Reyes sin corona olímpica: los 800m masculinos (2)

Si en el capítulo anterior relatábamos la falta de consagración olímpica de dos plusmarquistas tan notables como Charles Kilpatrick y Rudolf Harbig, en la segunda mitad del siglo XX podemos encontrar la enorme deuda del oro olímpico con dos de los más grandes de la historia (cronométrica) de los 800m, el flamenco Moens y el tejano Ryun.
Y también hablaremos de grandes outsiders (Wint, Boysen, Kiprugut) que se encontraron con grandes campeones (Whitfield, Courtney, Doubell) en su camino.

Londres 1948
Marcel Hansenne (Francia)
1917-2002

Aunque ganó en 1939 el primero de sus 9 títulos franceses de 800m, la guerra frenó su eclosión internacional. En 1945 conoció el Fartlek de Gösta Olander y en 1948 igualó el RM de 1.000m y corrió los 800 en 1:48.3, segunda marca "all-time" (y obviamente líder mundial en el año olímpico). Corredor de ritmo equilibrado, le faltó ese cambio de ritmo de los grandes campeones (fue plata y bronce europeos y bronce olímpico). Tras dejar el atletismo fue periodista de "L´Equipe".

Londres 1948 y Helsinki 1952
Arthur Wint  (Jamaica)
1920-1992
Si fue el primer campeón olímpico de la muy atlética isla de Jamaica, este gigantón pudo ser el primer doble vencedor olímpico 400-800, ya que fue dos veces subcampeón en las dos vueltas a la pista tras el mulato estadounidense Mal Whitfield. Con todo, se colgó su segundo oro en 1952 con el mítico relevo jamaicano liderado por McKenley. Médico y filántropo, sirvió a su país como embajador y fue homenajeado como un héroe a su muerte.

Helsinki 1952 y Melbourne 1956
Audun Boysen (Noruega)
Corredor capaz de seguir cualquier ritmo pero carente de velocidad terminal y no siempre muy acertado tácticamente, este noruego fue una presencia constante en las grandes carreras de los 50´ aunque raramente logró la victoria. Tres veces finalista europeo (una plata y un bronce), logró el bronce olímpico en 1956 (en 1952 cayó en semifinales). Fue dos veces segundo en carreras en las que el vencedor batió el RM (tras el danés Nielsen en 1954 y el belga Moens en 1955).

Melbourne 1956 y Roma 1960
Roger Moens (Bélgica)
1930

Ya hemos hablado del trágico destino del campeón flamenco, el hombre que batió en 1955 el mítico RM de Rudolf Harbig. Sin embargo, nunca rindió bien en la alta competición: 5º en el Europeo-54, no pudo acudir a Melbourne-56 por lesión, se saltó el Europeo-58 por un enfrentamiento con su Federación y en su última oportunidad olímpica, ya con 30 años, en Roma-60, se cruzó en su camino el entonces desconocido Peter Snell.

Tokio 1964 y México 1968
Wilson Kiprugut  (Kenia)
1938

En Tokio este atleta kalenjin sorprendió por su forma valiente de correr, estrenando con su tercera plaza el palmarés olímpico de Kenia. Cuatro años después, ya con el título africano y la plata de la Commonwealth en su historial, el hombre de los altiplanos era el favorito en las alturas de la meseta azteca. Pese a correr siempre en cabeza, no pudo resistir en la carrera definitiva el empuje del australiano Ralph Doubell que igualó el RM de Snell (1:44.3 por 1:44.5 del africano).

México 1968 y Munich 1972
Jim Ryun (EE.UU.)
1947

Olímpico con 17 años (en 1.500), este tejano tenía sólo 19 en 1966 cuando batió los RM de la Milla y las 880y (con una marca de 1:44.9 que era específicamente mejor que el RM de Peter Snell). En 1968 optó por los 1.500m einició su maldición olímpica al ser derrotado por Kip Keino en una memorable carrera. En 1972 intentó calificarse en el equipo USA para las dos pruebas pero acabó sólo 4º en los Trials de 800m en una carrera en la que el vencedor, Dave Wottle, igualó el RM de Snell y Doubell (1:44.3).

Munich 1972
Pekka Vasala  (Finlandia)
1948

Pese a que desarrolló lo esencial de su carrera en los 1.500m (olímpico en México con 20 años), parecía un corredor de segunda fila (9º en los Europeos de 1969 y 1971) hasta el mágico (para los finlandeses) año de 1972. Batió el record europeo de 800 (1:44.5) un mes antes de los Juegos de Munich en los que se decantó por los 1.500m, que ganó brillantemente. No obstante, siempre lamentó no haber optado por los 800 donde su duelo con Wottle, Arzhanov y Boit podía haber sido fantástico.

Munich 1972
Danie Malan  (Sudáfrica)
1950

En los primeros 70´ la proscrita Sudáfrica del apartheid tuvo una increíble generación de ochocentistas: Fanie van Zyl  (5º mundial en 1970), Dicky Broberg y Danie Malan (1º y 2º mundiales en 1971) y Marcello Fiasconaro, plusmarquista mundial en 1973... con la maglia azzurra de su padre. Privados de JJ.OO. y de la Commonwealth, brillaron en EE.UU. e Inglaterra donde Malan (buen millero también) fue el más asiduo y el que mejores marcas obtuvo (3º mundial en 1973 y 6º en 1974).

Montreal 1976
Mike Boit  (Kenia)
1949

Era un neófito a nivel internacional cuando subió al podio olímpico de Munich (y a punto estuvo de repetir en 1.500m). Pese a estar en el top-10 mundial hasta 1981 (corrió 22 veces sub 1:45.0), nunca pudo volver a los JJ.OO. al boicotear Kenia los de Montreal y Moscú. Líder mundial en 1975, es de lamentar que no pudiese correr frente a Alberto Juantorena en la final de 1976 pero mantuvo con el cubano dos memorables duelos en 1977 -en Zürich y la I Copa del Mundo-, aunque perdió los dos.

26 de mayo de 2010

Reyes sin corona olímpica: los 800m masculinos (1)

Reyes y "emperadores" sin corona.

Los 800m, encrucijada entre la velocidad prolongada y la resistencia, han propiciado muchos "fiascos" olímpicos. A diferencia de las pruebas de velocidad o de gran fondo donde puede predominar la velocidad o la resistencia, la táctica y el sentido de la colocación y la oportunidad juegan un papel relevante en la media milla, sin olvidar a los hombres que no puedieron acudir a unos Juegos en su mejor momento por las guerras (Harbig), los boicots (Boit) y otras circunstancias como lesiones (Möens) o vetos de sus federaciones (Kipketer).

Atenas 1896
Charles H. Kilpatrick (EE.UU.)
1874-1921

Líder mundial en 1894-95 y tres veces campeón de EE.UU. (más otra universitario), estableció el 21 de septiembre de 1895 en un encuentro entre los clubs de New York y Londres un fabuloso RM (1:53.2/5) que mejoraba en más de un segundo el anterior y que estaría vigente hasta 1908. Sin embargo, como tantos campeones de fines del siglo XIX, no conoció los Juegos inaugurales de 1896. Terminó su actividad atlética como profesional.

St.Louis 1904
Kenahan Cornwallis (G.Bretaña)
1883-1926

El viaje hasta la lejana América redujo la participación europea en los 800m a un alemán. Y el principal ausente fue el galés Kenahan Cornwallis, líder mundial del año con una marca de 1:54.4/5 que aventajaba en segundo y medio al mejor americano, Bob Williams (que tampoco acudió) y en 5 a los mejores participantes. Corwallis (o Corn Wallis), que también sería líder mundial en 1905, fue posteriormente Sir y un importante actor en la política británica de Arabia (con Lawrence & Cia.) durante la Guerra Mundial.

 Londres 1908 y Estocolmo 1912
Emilio Lunghi (Italia)
1886-1925

Este genovés fue el primer atleta no anglosajón en alcanzar la élite mundial de los 800m. Plusmarquista de 1.000m, plata tras Mel Sheppard (que batió el RM) en Londres-1908, realizó una fantástica gira por EE.UU. y Canadá en 1909 en la que ganó tres veces a Sheppard y batió varios RM, entre ellos el de 880y  (1:52.4/5). Estaba lejos de esa forma en los JJ.OO. de 1912 (eliminado en semifinales) donde el vencedor, Ted Meredith, mejoró el record de Lunghi con un doble RM de 800m (1:51.9) y 880y (1:52.5).

Amberes 1920
Bevil Rudd (Sudáfrica)
1895-1948

Este sudafricano estudiante en Oxford (su nombre completo era Bevil Gordon d´Urban Rudd y pertenecía a la oligarquía de la compañía de diamantes De Beers) pudo haber sido el primer bi-campeón olímpico 400-800m. De hecho era campeón inglés de 440-880y (derrotando a Albert Hill en la media milla) pero en la final olímpica metió el pie en un agujero y acabó tercero cojeando. Se resarció siendo campeón en los 400m y plata en el relevo 4x400 logrando así una medalla de cada metal.

París 1924 y Amsterdam 1928
Otto Peltzer (Alemania)
1900-1970

Pese a su larga carrera (11 RN y 15 títulos alemanes en 400-800-1.500 y 400 vallas entre 1924-34) y a sus legendarios RM de 1926 sobre 880y (batiendo a Lowe) y 1.500m (derrotando a Nurmi), este Dr. en Filosofía no brilló en los JJ.OO. por la acumulación de esfuerzos y su temperamento nervioso. En 1924 Alemania no fue "invitada" (resaca de la Gran Guerra), en 1928, lesionado, cayó en semifinales y en 1932 acabó último de la final. Represaliado por el régimen Nazi por su homosexualidad, estuvo internado en Mauthausen entre 1941-45.

Amsterdam 1928
Séra Martin (Francia)
1906-1993

Este atleta de Niza tenía apenas 22 años cuando sorprendió a todos batiendo el RM de 800m (1:50.6) en el campeonato francés de 1928, aunque ya había sido líder mundial en 1927 con 1:52.8. Tres veces campeón de Francia (1927-29), fue finalista olímpico en 1928 -pagando su inexperiencia siendo 6º- y 1932 -8º en una final en la que Tom Hampson batió el RM-. Gran amigo de Jules Ladoumègue, al que apoyó en varios de sus RM, se retiró tras la final olímpica de 1932 con sólo 26 años.
Los Ángeles 1932 y Berlín 1936
Ben Eastman (EE.UU.)
1911-2002

Este californiano ha sido uno de los pocos atletas que ha tenido los RM de 400 y 800m. Recordman mundial de 800m/880y en 1932 (1:50.0/1:50.9), optó para los JJ.OO. por los 400, prueba de la que era líder mundial y en la que acabó segundo En 1934 el atleta de Stanford fue campeón de la AAU y volvió a batir los dos RM (1:49.1/1:49.8) pero dejó el atletismo poco después para acabar sus estudios. Regresó en 1936 pero acabó 5º en los Trials y no pudo acudir a Berlín.

Amsterdam 1928, Los Ángeles 1932 y Berlín 1936
Phil Edwards (Guayana/Canadá)
1907-1971

Hijo de magistrado y estudiante de medicina en EE.UU., tuvo que buscar su oportunidad olímpica con Canadá ya que la Guayana no tenía Comité. Varias veces campeón de EE.UU. y Canadá (y del Imperio representando a su país natal), fue el primer atleta negro finalista y medallista tanto en 800 como en 1.500m. Se le conoció como el "hombre de bronce" por sus 5 medallas de este metal (4x400 en 1928-32, 800m en 1932-36 y 1.500m en 1932). Fue un gran animador en sus tres finales de 800m (4º en 1928).

Tokio 1940
Rudolf Harbig  (Alemania)
1913-1944

Eliminado en series en los Juegos de Berlín (aunque sería bronce en el relevo largo), hay que recalcar que sólo se entrenaba en serio con Woldemar Gerschler desde 1934. Campeón alemán de 1936 a 1941 y brillante campeón europeo en 1938,entró en la leyenda el 15 de julio de 1939 en Milán cuando mejoró en 1.8 la plusmarca de Sydney Wooderson con un 1:46.6 que fue RM hasta 1948 y Europeo hasta 1959. la guerra le privó de Juegos en 1940 y le quitó la vida en 1944 en el frente de Prusia Oriental.

21 de mayo de 2010

De Calcutta a Hollywood pasando por París: la historia de Norman Pritchard.

Ya hemos nombrado en algún post anterior al atleta anglo-indio Norman Pritchard, medallista en los Juegos de París-1900. Posteriormente se dedicó al teatro y acabó haciendo películas en la época del cine mudo en el mismísimo Hollywood con el alias de Norman Trevor. Nos apetecía contar esta historia.
El primer olímpico asiático.

Norman Pritchard nació en Calcutta, la capital de Bengala el 23 de junio de 1877. Sus padres, George y Helen Pritchard, pertenecían a la élite inglesa en la India colonial, la "joya de la corona" del Imperio Británico. Estudió en el St.Xavier´s College de su ciudad, una prestigiosa institución fundada en 1860 y que aún existe (y que cuenta entre sus ex-alumnos a Rabindranath Tagore, premio Nobel de literatura en 1913) donde destacó como atleta y futbolista. Se proclamó siete años consecutivos (1894-1900) campeón de Bengala de 100 yardas y también ganó varios títulos en 440 yardas y 120 yardas con vallas. Como futbolista se le atribuye el primer hat-trick del fútbol indio en un partido que enfrentaba en 1897 al St.Xavier´s College contra el Sovabazar.
En 1900 participó en el campeonato de la AAA inglesa siendo segundo tras el americano Alvin Kraenzlein pero superando a todos los competidores británicos. Ello le valió la selección para los Juegos de París (y el sistema de selección justificaría la reivindicación que de sus medallas hacen los historiadores británicos encabezados por Ian Buchanan). En la patria de Coubertin, el atleta bengalí fue segundo en los 200m lisos y con vallas tras los americanos Walter Tewksbury y Alvin Kraenzlein y participó en series de 60 y 100m lisos y en la final de 110m vallas, en la que abandonó. Los historiadores indios como Gulu Ezekiel lo reivindican como el primer medallista olímpico indio (en cualquier caso sí fue el primer medallista nacido en el Asia oriental). De vuelta a la India fue secretario de la Indian Football Association entre 1900 y 1902 mientras trabajaba en una empresa comercializadora de yute (fibra para fabricar sacos), una materia de la que Calcutta es aún hoy la capital mundial. 
De Londres a Hollywood.
En 1905 se trasladó a Londres y poco después empezó a actuar (tenía casi 30 años). Desde 1907 se convirtió en uno de los galanes más habituales de los escenarios londinenses. Tras algunas giras por EE.UU., logró debutar en el cine (mudo obviamente) de Hollywood en 1915 con el nombre artístico de Norman Trevor. Su primera película fue una intriga policiaca titulada "After Dark". Según la conocida base de datos de IMDb aparece acreditado en 28 films, 26 mudos y los dos últimos ya con sonido parcial. Que alcanzó una rápida popularidad lo demuestra el hecho de que interviniese en 1917 en Street Theater en New York junto a estrellas como John Barrymore y Grace LaRue para recaudar fondos para los soldados negros alistados en la guerra.
En esa filmografía aparece casi siempre en el casting de cartelera (los cuatro o cinco actores que aparecían citados en los carteles) y trabajó junto a estrellas del cine mudo como Gloria Swanson ("La favorita de la legión", 1924), Bessie Love ("Tras el telón", 1926), Clara Bow ("Dancing Mothers", 1926 e "Hijos del Divorcio", 1927, en la que también actuaba un joven Gary Cooper), Adolphe Menjou ("Afortunado en amores", 1926). Pero seguramente su película más famosa fue "Beau Geste" de Herbert Brenon (1926), la primera versión cinematográfica de la novela de P.C. Wren (que también era el autor de "La favorita de la legión") con Ronald Colman, William Powell o Noah Beery en los papeles principales y en la que interpretaba al mayor Henri de Beaujolais.

Un elegante gentleman.

Si repasamos su filmografía vemos que en buena parte de los papeles que hizo compuso un arquetipo de caballero inglés o militar retirado. Así encontramos entre esos papeles nombres como el teniente Richard Bellamy, el gobernador William Faulkner, Sir Marling Grayham, Mister Rochester (de "Jane Eyre"), el comodoro Branding, el citado mayor de Beaujolais, Sir Guy de Gramercy, el duque Henri de Goncour, Sir James Gordon o el juez Webster.
Con la llegada en 1929 del cine sonoro se acabó su carrera, como la de tantos actores que sobreactuaban y gesticulaban en las pantallas silentes pero carecían de una voz adecuada al nuevo sistema (este problema se recoge de forme muy divertida en la clásica "Cantando bajo la lluvia", 1952). Sus dos últimos filmes, en 1929, fueron sonoros, entre ellos "La trampa del amor" del famoso director William Wyler.
Tenía entonces 52 años y murió ese mismo año, el 31 de octubre en Nueva York. Según algunas fuentes estuvo internado en un centro psiquiátrico algunos meses y parece ser que estaba en la miseria cuando murió de una enfermedad cerebral no disgnosticada.
Su vida, desde los colegios elitistas de la India Colonial al cine popular de Hollywood pasando por los Juegos Olímpicos se inserta de forma intensa en medio de los cambios que vivió el mundo en el paso del siglo XIX al primer tercio del XX.

15 de mayo de 2010

El "infierno" de Colombes

Las carreras de campo a través (cross country), una tradición británica como tantas en nuestro deporte, son hoy un pálido reflejo de lo que fueron en sus comienzos. La internacionalización del Cross de las Naciones y su posterior conversión en Campeonato del Mundo ha configurado un modelo de carrera rápida en hipódromos o caminos en las que sólo alguna cuesta y alguna curva cerrada recuerdan a aquellos cross originales en los que los crossmen británicos tenían que superar cercas de madera y muros de piedra, saltar riachuelos o subir rampas en las que no se podía correr.

 
El Cross en los Juegos Olímpicos.

La carrera -individual y por naciones- de campo a través figuró en el programa olímpico entre 1912 y 1924. Desde esa fecha permanece sólo en una curiosa variante contrarreloj cerrando el Pentatlon Moderno (hasta 2008 en que cambió para combinarse con el tiro). Periódicamente se habla de reintroducirlo... en los Juegos de Invierno ya que, al fin y al cabo, se trata de una disciplina invernal (¿veremos pronto a keniatas y etíopes colgándose medallas en estaciones de deportes invernales?).
Además de por ser poco adecuado para el verano, el campo a través fue suprimido del programa olímpico tras la dramática edición de los Juegos parisinos de 1924. El calor y el terreno por el que se diseñó el recorrido convirtieron aquella carrera disputada por los alrededores de la localidad de Colombes en el tristemente célebre "infierno de Colombes".

El "infierno de Colombes".

Una inusitada ola de calor había envuelto París la segunda semana de los Juegos y alcanzó su cénit el sábado 12 de julio. A las 14:30, hora de salida de la prueba, los termométros superaban (al sol) los 40º así que sólo se presentaron 38 de los 55 inscritos, representando a diez países (aunque sólo séis presentaron equipo, entre ellos España que alineó el máximo permitido de seis atletas).
Además del imbatible sexteto finés liderado por Paavo Nurmi y Ville Ritola (ya con dos oros cada uno en el zurrón), destacaban los suecos con Edvin Wide (plata en 10.000 y bronce en 5.000m) y los británicos con cinco buenos crossmen encabezados por Ernie Harper y Eddie Webster, dos futuros vencedores del Cross de las Naciones. España alineaba a los tres últimos campeones nacionales, los vascos Miguel Peña, Amador Palma y José Andía, al también vasco Fabián Velasco, al catalán Miguel Palau y al onubense Jesús Diéguez (que unos años después subiría al podio del cross de las Naciones... como francés).
El recorrido de 10,650 km discurría por los alrededores del estadio de Colombes, luego por los caminos y veredas que bajaban hasta el Sena frente a la isla de Marante donde, a la falta de sombras, se unía el vaho que desprendían las altas hierbas que jalonaban ese sector.
 
Una carrera dramática.

Desde los primeros controles tomó la cabeza el sueco Wide seguido por los finlandeses Ritola y Nurmi y los ingleses Harper, Webster y Benham, de lo que eran puntualmente informados por megafonía los espectadores del estadio gracias al sistema de "telegrafía sin hilos" que operaba por primera vez en unos JJ.OO. Wide seguía tirando del grupo de cabeza por el km 4,3 pero en los hectómetros siguientes empezó a notarse la dureza del circuíto y el calor agravados por el hedor de un vertedero y el hecho de pasar por una hondonada en la que no corría el aire. Por el km 5,9 mientras se constataron ya los primeros abandonos, Nurmi salió de su reserva e inició su dominio seguido a unos metros por Ritola y, ya más lejos, por Wide. Entre ese control y el siguiente se registraron 9 abandonos más y la organización se encontró con un penoso rosario de hombres caídos por las veredas como si fuese una prueba de debutantes y no lo más granado del pedestrismo olímpico. A esas alturas ya habían abdicado Diéguez, Palau y Palma.
Por delante Nurmi, insensible al calor pese a ser un hombre del norte, había descolgado ya a todos y pasaba por el último control, a un kilómetro del estadio, con más de un minuto sobre Ritola. Wide yacía en esos momentos desmayado y en estado parecido se encontraban todos sus compatriotas, varios finlandeses, la mayoría de los británicos y un largo etcétera de corredores.
Tras casi 33 minutos de esfuerzo Paavo Nurmi culminó sin esfuerzo aparente su carrera y revalidó su título de Amberes-1920. Hubo que esperar casi minuto y medio para que un fatigado Ville Ritola cruzase la meta. El tercero, más de un minuto después, fue el negro estadounidense Earl Johnson (el primer fondista afroamericano de calidad), que superó a Ernie Harper en el tramo final. Y luego, en quinta posición, se asomó a la puerta del estadio el pequeño guipuzcoano José Andía que, tras dar unos pasos en el recinto, se desplomó, totalmente vacío. Apenas 300m le separaron de la leyenda. El inglés Arthur Sewell sufrió un calvario parecido y los hombres que consiguieron cubrir los 300m en el estadio no llegaron en mucho mejor estado. Fueron tres americanos más, tres de los franceses, un italiano, un sudafricano y dos españoles, Velasco y Peña, antepenúltimo y penúltimo a 6 y 8 minutos de Nurmi. Cerró la clasificación en 15º lugar el local Maurice Norland que dio así el bronce colectivo a Francia por detrás de los EE.UU. y de una Finlandia que salvó el oro por los pelos con la 12ª plaza del veterano Heikki Liimatainen (bronce individual en 1920). Sólo esos tres países lograron clasificar a tres de sus hombres ya que, además de España, no completaron el terceto los británicos (cuatro abandonos de cinco participantes) y los suecos, que abandonaron todos (Italia ya había salido con el equipo incompleto). El deplorable espectáculo de este "infierno de Colombes" llevará a la supresión de la prueba en las siguientes ediciones de los Juegos.
Paavo Nurmi, que sumaba su tercer y cuarto oros (1.500, 5.000, cross individual y por equipos) sumaría otro al día siguiente en la final de 3.000m por equipos. Se convertía así en el único atleta de la historia en haber ganado cinco medallas de oro en una edición de los Juegos, algo que los anglosajones suelen obviar cuando ensalzan los cuatro oros de Jesse Owens en 1936 y Carl Lewis en 1984 (que sumaron tres individuales como Nurmi: Alvin Kraenzlein en 1900 logró cuatro oros individuales en 60m, 110m vallas, 200m vallas y Longitud).

13 de mayo de 2010

Dos españoles, semifinalistas en atletismo en Amsterdam-1928

Como es bien sabido España debutó oficialmente en los JJ.OO. de Amberes-1920 y con relativo éxito (medallas de plata en fútbol y polo). En atletismo compitieron 14 atletas siendo los mejores el velocista Felix Mendizábal (semifinalista en 100m) y el mediofondista Miguel García Onsalo (semifinalista en 800m).
España volvió a presentar equipos de atletismo en 1924 (13 atletas) y 1928 (10) pero no lo hizo ya en 1932: Los Ángeles estaba lejos y el viaje era caro por lo que sólo se desplazaron cinco tiradores y un regatista (Santiago Amat, bronce). Luego vino la guerra y la ausencia en Berlín, por lo que no volvió a haber atletas en liza hasta 1948. (1)

Sin embargo, hoy sabemos que algunos atletas latinoamericanos que participaron en los Juegos en este periodo de entreguerras eran españoles de nacimiento. Hoy queremos evocar a dos de ellos que fueron semifinalistas en 1928 y ocuparon un destacado lugar en los rankings de la época, los argentinos Juan Pina y Serafín Dengra.

Un aragonés, recordman sudamericano de 100m.

En Amsterdam, el velocista argentino Juan Pina, ganó su serie de 100m y fue 2º -tras el estadounidense Frank Wykoff en cuartos. Luego acabó 6º en la primera semifinal no pudiendo, en consecuencia, acceder a la final olímpica que ganó el canadiense Percy Williams. Campeón sudamericano de 100 y 200m en 1927, en 1931 fue bronce en 100 y plata en 200m, edición en la que se impuso su compatriota Carlos Bianchi Lutti (futuro finalista olímpico de 200m en 1932).
Pese a esa derrota, Pina figuró ese año entre los mejores del ranking ya que hizo 10.4 en noviembre en Buenos Aires, a 1/10 del RM oficial de Percy Williams (y que hubiese igualado el RM vigente un año antes).  Esa marca era, huelga decirlo, record sudamericano y no sería mejorada hasta 1945 por el también argentino (nacido en Berlín) Gerardo Bönnhoff. En 200m su plusmarca personal fue 21.6 (1931).
El gran erudito Celedonio García (¡cuánto han aportado a la historia del deporte aragonés el gran José Antonio Adell y él!) encontró su partida de nacimiento. Juan Bautista Pina Llovería había nacido el 19 de julio de 1907 en Zaragoza. Su padre, del mismo nombre, era de Albalate del Obispo y su madre, Benita, zaragozana. Vivieron en el popular barrio de Torrero hasta la marcha de la familia a Buenos Aires tres años después.

Una saga granadina.

Otro atleta argentino que destacó en Amsterdam fue Serafín Dengra. Campeón sudamericano de 800m en Santiago de Chile en 1927 (1:58.2), un año después compitió en Amsterdam. Tras ganar su serie (por delante del campeón olímpico Douglas Lowe), fue 7º en la segunda semifinal. En ese desplazamiento europeo conoció a su mujer, una deportista belga llamada Lily Michel. Sus mejores marcas fueron 1:58.0 en 800m (1927) y 4:04.2 en 1.500m (1929).
Su nieto del mismo nombre, Serafín Dengra, apodado "el puma de Ramos", fue un pilar de la selección argentina de rugby (los "pumas") entre 1982 y 1989. Participó en la primera Copa del Mundo de rugby (1987) y jugó como profesional en Francia, Australia e Italia. (2)
Su  partida de nacimiento, publicada por Agustín Gallego, señala que Serafín Agustín Dengra Hernández nació el 25 de diciembre de 1902 en Huéscar (Granada) y era hijo de un albañil llamado Víctor mientras su madre se llamaba Frutos. Serafín emigró con su hermano a Argentina a principios de los años veinte por lo que tal vez tuviese aún la nacionalidad española cuando compitió en los JJ.OO.

(1). Etayo, J.J., García, J.M., Hernández. J.L. y Villaseñor, M.  El atletismo español en los Juegos Olímpicos, Madrid, RFEA, 2008

(2). Pla, Enric  800 metros masculinos en los Juegos Olímpicos, Madrid, Boletín de la AEEA nº 86 (marzo 2010)

7 de mayo de 2010

El Maratón olímpico de 1912: un caído y un desaparecido.

Todo el mundo sabe que la carrera de maratón debe su nombre a la mítica gesta del soldado Filípides. Según Herodoto habría recorrido corriendo la distancia entre el campo de batalla, en el que las tropas de Atenas y Platea al mando de Milciades habían derrotado a los persas, y la ciudad de Atenas. Víctima del agotamiento (y de un entrenamiento deficiente según ironiza Parienté), Filípides murió tras comunicar la victoria a sus compatriotas.
La carrera fue incluida por iniciativa de Coubertin en los primeros Juegos Olímpicos por sugerencia de su amigo el filólogo Michel Bréal que sería también el autor de la famosa divisa "citius, altius, fortius" (se le considera el creador de la semántica). Pese al sensacionalismo y el morbo con que la prensa griega acogió la prueba, no hubo más drama que algunos desfallecimientos. En los Juegos siguientes hubo sonados desfallecimientos (el más famoso el de Dorando Pietri en Londres-1908) pero la racha se truncó trágicamente en Estocolmo-1912.

Francisco Lázaro, primer atleta olímpico muerto en carrera.

Entre los países que hicieron su debut olímpico en 1912 estuvieron Japón y Portugal. El portaestandarte de los lusos en el desfile inaugural fue el lisboeta de 21 años Francisco Lázaro, que había ganado el maratón de su ciudad en 1910 y tenía una marca de 2h52:08. La salida del maratón olímpico se dió poco antes del mediodía del 14 de julio con una temperatura de más de 30 grados. El fondista portugués, que era carpintero en un taller de automóviles en el Barrio Alto lisboeta, corrió los primeros kilómetros en cabeza antes de ir retrasándose. En torno al km 29, en la colina de Öfver-Järva, el pequeño luso se desplomó y se levantó un par de veces antes de perder el conocimiento. Evacuado al hospital, ingresó con más de 41º de fiebre y falleció sobre las 6 de madrugada.
Su muerte causó una gran conmoción entre los atletas y la opinión pública sueca. El fin de semana siguiente se celebró un funeral en el Estadio olímpico al que acudieron más de 23.000 personas. Se recaudaron casi 4.000$ para la mujer de Lázaro cuyo entierro en Lisboa (por falta de fondos no fue repatriado hasta septiembre), fue acompañado por millares de personas. Los suecos levantaron una estela en su honor.
Armando Cortesâo, uno de los atletas portugueses que estuvo en Estocolmo (posteriormente un famoso erudito director de la monumental "Portugaliae Monumenta Cartographica") explicó las posibles causas de su muerte: "Lázaro murió por dos razones: en primer lugar, porque se untó con grasa. Fernando Correia y yo lo encontramos embadurnándose poco antes de la salida. Fernando Correia intentó que se duchase pero no había tiempo. Y allí estaba corriendo el maratón untado con sebo, con los poros de la piel cubierta, lo que impidió que transpirase... Y otra cosa, sólo él y un japonés acudieron a la salida con la cabeza descubierta..." (Correia, Romeu (1988) Portugueses na V Olimpíada). La muerte se habría producido por deshidratación a causa de un hábito -el de untarse el cuerpo para estimular la musculatura- muy habitual en esa época. Gustavo Pires (Francisco Lázaro, A Emborcação no Treino) añade por los datos de la autopsia y el testimonio del médico portugués que seguramente el malogrado Lázaro también habría recurrido a la estricnina y otros estimulantes. El embadurnamiento con grasa y el recurso a estimulantes (cocaina, cloroformo, estricnina y otras) procedían de las pruebas de fondo profesional y, muy especialmente de los ciclistas como puso de relieve Albert Londres años después en su famoso artículo "Les Forçats de la route". En cualquier caso Francisco Lázaro tiene el triste honor de iniciar la lista de los atletas muertos por intentar ir más allá de sus fuerzas. El escritor portugués José Luis Peixoto convirtió a Lázaro en protagonista de su novela "El cementerio de pianos" (en castellano en El Aleph, 2007).

Vergüenza y huída de Shizo Kanakuri.

Si la muerte de Lázaro causó conmoción, los organizadores tuvieron otro escalofrío cuando la delegación japonesa denunció la desaparición de su maratoniano Shizo Kanakuri. Pese a los esfuerzos puestos en su búsqueda, la delegación japonesa volvió a su país sin saber que había sido de él (¿o no dijo nada?). Luego llegó la guerra y nadie volvió a acordarse de él en Estocolmo hasta 1962 cuando un periodista sueco lo localizó en su ciudad natal de Tamana como un apacible profesor jubilado y publicó su peripecia. Sobre el km 30 el japonés se sintió mal y fue invitado a entrar en una casa cerca de Tureberg para descansar. Allí, tras beber unos zumos, se durmió. Cuando se despertó le dio vergüenza presentarse ante su delegación y parece ser que volvió a su país por sus medios (algo difícil de creer ya que era un viaje de 18 días atravesando Rusia). De hecho Kanakuri es considerado en su país el pionero del maratón (parece ser que ganó el primero celebrado en el país del sol naciente con una marca de 2:32:45, aunque sobre unos 40km) y siguió corriendo, representando de nuevo a su país en los JJ.OO. de 1920 (16º). En 1924 hizo su plusmarca (2:36:09) pero volvió a abandonar en París.
En 1967, ya con 76 años, fue invitado a Estocolmo por la TV sueca y acabó la carrera estableciendo así con 54 años 8 meses 6 días 8 horas 32 minutos y 20.3 segundos el mayor tiempo en recorrer un maratón. "Ha sido una carrera larga pero, entre tanto, he tenido una esposa, seis hijos y diez nietos, y eso lleva su tiempo" declaró entonces. Kanakuri falleció en 1984, a los 93 años de edad. 
¡Ah! por cierto, el ganador de este accidentado maratón fue Kenneth McArthur, un policía sudafricano de 30 años nacido en el Ulster que completó el recorrido en 2:36:54.8.

4 de mayo de 2010

Reyes sin corona olímpica: los 400m masculinos (y 2)

Grandes de la vuelta a la pista tras la segunda guerra mundial.

Tras la segunda guerra mundial los estadounidenses perdieron momentáneamente el liderato mundial y olímpico de los 400m ante Jamaica pero, de forma increble, el más grande, Herb McKenley, nunca logró coronarse... por culpa de sus compatriotas.

Londres 1948 y Helsinki 1952
Herbert McKenley  (Jamaica)
1922-2007

Pese a batir entre 1946-48 cinco veces el RM de 400m-440y y ser el primero en bajar de 46.0 (además de ganar tres veces el título de la AAU), "Huracán Herb" perdió en Londres el oro frente a su compatriota Arthur Wint por haber salido demasiado rápido. En 1952, ante la pujanza de su compatriota George Rhoden, jugó dos bazas -100 y 400m- y se llevó la plata en ambas. Finalmente obtuvo su oro en Helsinki con el legendario relevo de los jamaicanos (cuatro años antes la perdieron por lesión de Wint).


Melbourne 1956
Lou Jones  (EE.UU.)
1932-2006

Recuperó en 1955 el RM para EE.UU. tras diez años de hegemonía jamaicana y fue el primero en lograrlo en altitud, tras un vibrante duelo con su compatriota Jim Lea en la final de los Pan-americanos de México (45.4 y 45.6). Lo rebajó de nuevo (45.2) en los Trials olímpicos de 1956, celebrados en junio, pero cinco meses después sólo logró una decepcionante 5ª plaza en la final de Melbourne ganada por Charley Jenkins. Sin embargo, como tantos reyes sin corona individual, logró la colectiva con el relevo USA.

Roma 1960
Carl Kaufmann  (R.F.A.)
1936-2008

Nacido en N.York, donde trabajaba su padre, su familia estaba en Alemania cuando estalló la guerra y se quedó. En 1959 se convirtió en el primer europeo en bajar de 46.0 y en 1960, antes de los Juegos, batió otras dos veces el record europeo dejándola en 45.4. En la final de Roma protagonizó un agónico final con Otis Davis con el que compartió el RM (44.9) pero no el oro ya que la photo-finish se lo otorgó al americano. Se llevó otra plata con el relevo.

México 1968
Tommie Smith  (EE.UU.)
1944

Este superdotado atleta tejano pudo ser según los técnicos de su época uno de los más grandes de la historia de los 400m pero él prefería otros caminos. En 1967 pulverizó los RM de 400m/440y (44.5/44.8) pasando por encima de su compañero de club Lee Evans (vd. "El día que Lee Evans vio pasar un avión" ). Sin embargo, y como es bien conocido, en México optó por los 200m en los que estableció un fabuloso RM y protagonizó el famoso black power dejando el campo libre en 400 a Evans que también logró un gran RM.

Munich 1972
John Smith  (EE.UU.)
1950

Doble campeón de la AAU y de la NCAA, campeón pan-americano y recordman mundial de las 440y en 1971 (44.5), era favorito para los Juegos bávaros a pesar de que había sido batido en los Trials por Wayne Collett. Sin embargo se lesionó durante las rondas previas y se rompió en la final ganada por el veterano Vince Matthews. Tras su retirada de las pistas fue un muy polémico preparador guiando -entre otros- a Mo Greene y Ato Boldon.

Los Angeles 1984
Bert Cameron  (Jamaica)
1959

Dominador de la prueba entre 1981-83 (campeón centroamericano, de la Commonwealth y del primer campeonato del Mundo), no tuvo suerte en el año olímpico. Llegó lesionado a Los Ángeles donde protagonizó una de las grandes anécdotas de la prueba: en su semifinal sintió la rotura y se paró pero reanudó la carrera y logró, de forma increíble, clasificarse para una final que ya no pudo disputar. Su única medalla olímpica fue la plata en el relevo en 1988.

Seúl 1988
Butch Reynolds  (EE.UU.)
1964

Acabó en vísperas de los Juegos de Seúl con el RM de Lee Evans que duraba ya 20 años al correr en Zürich en 43.29. Sin embargo, como ya le había pasado en el Mundial de Roma-87, falló en la final olímpica frente a su joven compatriota Steve Lewis. Suspendido por dopaje en 1990, protagonizó un largo litigio con la IAAF en los tribunales y pudo volver a los Juegos en 1996 tras haberlo intentado en 1992. Logró un oro olímpico (y tres mundiales) con el relevo.

En las últimas ediciones parece que se han impuesto los favoritos, Michael Johnson, Jeremy Wariner y LaShawn Merritt aunque el reciente positivo del virginiano ha puesto de actualidad los muchos casos detectados en esta prueba en los últimos años entre los cuatrocentistas USA (Antonio Pettigrew, Jerome Young, Alvin y Calvin Harrison).