31 de agosto de 2011

El deporte más universal

Insistir a estas alturas sobre que el atletismo es el deporte más natural y universal es innecesario por sabido, pero este Mundial es una buena ocasión para comprobarlo.
 Nuevos países en el medallero
Cuando aún estamos en el ecuador del evento, y más allá de temas como el poco público, el fiasco de no poder verlo por la televisión pública (que, fiel a su espíritu de servicio público, ni informa en sus telediarios) o la actuación española, creo que los hechos más relevantes son el fracaso de numerosas estrellas y favoritos (Bolt, Merrit, Bekele, Robles, Lavillenie, Felix, Isinbayeva, Ennis), el nivel digamos "mediano" del atletismo USA, europeo y ruso y el acceso al palmarés de nuevos países, tanto en el apartado de los que suman por primera vez títulos, como de los que ganan una medalla.
Hay tres países que logran por primera vez un campeonato mundial: Brasil, Botsuana y Granada, una gran potencia, un país africano de difícil localización para muchos (al N. de Sudáfrica) y una isla caribeña de 90.000 habitantes. Aunque hay 62 países con oros mundialistas (el cómputo de las fenecidas RDA, URSS o Checoslovaquia complica el cálculo), países de la tradición de Hungría, Nigeria, Bélgica o Turquía (y, hasta ahora, Brasil) no tienen aún ninguno.
 También sube a 91 el número de países con medallas con la incorporación de Sudán, Colombia y la República Islámica de Irán (¿en qué otro deporte encontraríamos medallistas mundiales de más de 30 ó 40 países?). Si repasamos la lista de países con medallas encontramos algunos tan pequeños o con tan poca tradición deportiva como Eritrea, Burundi, Djibouti, Haití, Islas Caimán, Surinam, Bermudas, Dominica, Chipre, Sri Lanka, Arabia Saudí o Samoa Americana.

Los países con un solo campeón o campeona mundial
A continuación reseñamos el listado de países con un sólo campeón mundial, aunque alguno de ellos ha ganado dos, y hasta tres, oros. Muchos son campeones aíslados pero otros pertenecen a países con más densidad atlética. Si incluyeramos los oros olímpicos, entrarían en el listado países como Luxemburgo, Túnez, Corea del Sur o Kazajistán.
Barbados      Ryan Brathwaite   110mh M  2009
Brasil           Fabiana Murer    PV W      2011
Botsuana      Amantle Montsho  400m W  2011
Corea del N.  Yong Song-ok  Maratón W   1999
Croacia        Blanca Vlasic     HJ  W  2007-2009
Dinamarca    Wilson Kipketer    800m M  1995-1997-1999
Ecuador       Jefferson Pérez    20k W M   2003-2005-2007
Eslovenia      Primoz Kozmus   HT M   2009
Granada       Kirani James    400m M   2011
Holanda        Rens Blom       PV  M     2005
Lituania        Virgulijus Alekna   DT  M  2003-2005
Mozambique   Maria Mutola    800m  W 1993-2001-2003
Namibia        Frankie Fredericks   200m M  1993
Panamá         Irving Saladino      LJ M     2007
Qatar           Saif Saaeed Shaheen  3.000m S M  2003-2005
R.Dominicana  Félix Sánchez     400mh M   2001-2003
S.Cristóbal y N. Kim Collins     100m  M  2003
Senegal        Amy Mbacké Thiam    400m W  2001
Siria            Ghada Shouaa     Heptatlon W    1995
Somalia       Abdi Bile           1.500m M  1987
Tayikistán   Andrey Abduvaliyev  HT M  1993-1995
Trinidad y T.  Ato Boldon    200m M   1997
Uganda       Dorcus Inzikuru     3.000m S W  2005
Zambia        Samuel Matete   400mh M   1991

28 de agosto de 2011

Oscar Pistorius hizo Historia

Ayer, 28 de agosto a las 11:47 (4:47 de la madrugada aquí) en la pista de Daegu se produjo un hito de la historia del atletismo, pero que la trasciende. El protagonista fue un sudafricano de 24 años, Oscar Pistorius. Y no por sus posibilidades de batir el RM o ganar el oro, sino por ser el primer atleta con una seria discapacidad física que ha competido con atletas no discapacitados en una competición del máximo nivel. Nacido sin peronés y con ambos pies amputados cuando tenía 11 meses, Pistorius corre con las prótesis de carbono Flex-Foot Cheetah (diseñadas por una compañía islandesa, con un costo de 35.000 dólares).

Este muchacho de 24 años, apodado con justicia Blade Runner, tiene tres récords mundiales para discapacitados (100, 200 y 400 m) y cuatro medallas de oro en los Juegos Paralímpicos de 2004 y 2008. Hace tres años no logró la mínima para los Juegos Olímpicos. Sin embargo, el 19 de julio de este año, completando una vuelta a la pista en 45''07, obtuvo su billete para el Mundial de Daegu.Mientras la mayoría de los deportistas con discapacidad aspiran sólo a competir en los Juegos Paralímpicos, con un seguimiento que varía entre la indiferencia y la caridad, Oscar Pistorius –un hombre sin pies- se encuentra en primera línea de un Mundial absoluto y su hazaña casi ha eclipsado a la gran estrella del mismo (aunque éste ha hecho méritos extradeportivos para recuperar las portadas).
¿Es una ventaja correr con prótesis?
Oscar Pistorius ha descubierto sorprendido que otros atletas le envidian por tener tornillos en lugar de tobillos (la mezquindad humana no tiene límites). Algunos, como Angelo Taylor, lo han declarado públicamente: “…no te lesionas, no puedes sufrir fascitis plantar ni te puedes romper el tendón de Aquiles; tú, si se te rompe una pierna, te pones otra y ya está". No hay nada como los momentos sin guión escrito para desvelar las miserias humanas.
La polémica, que no remite en el caso Pistorius. divide a la comunidad deportiva. En 2008 la IAAF se opuso a su participación en Pekín, apoyándose en un informe de la Universidad de Colonia que concluía que “…la carrera con las prótesis Cheetah es un tipo de locomoción diferente a la carrera con piernas; esta locomoción saltarina (sic) se asocia con un menor costo metabólico. La IAAF impidió su participación en base a la regla 144.2 que prohibe “…cualquier dispositivo técnico que incluya resortes, ruedas o cualquier otra elemento que dé ventaja a un atleta sobre otro que no la  utilice…”. Muchos estudiosos cuestionaron la poca profundidad del estudio (algún "experto" ha llegado a afirmar que Pistorius puede tener una ventaja de hasta 12 segundos, es decir que sería un atleta realmente de 58.0 ¡amos, anda!). Al anular la decisión de la IAAF, el TAS señaló que el estudio era parcial e incompleto y, sobre todo, señaló que la integración de los deportistas con este tipo de prótesis debe ser considerado como "uno de los retos de la vida en el siglo XXI".

Y es que la respuesta al caso de las prótesis de Oscar Pistorius, el de los límites del uso de la tecnología en el deporte, una vez más no es científico, es ético: ¿pueden estas prótesis “mágicas” considerarse una ayuda no lícita, algo así como un “dopaje tecnológico”?

El coraje y el carisma de Oscar Pistorius, combinado con el protagonismo de la alta tecnología, hace de él un verdadero héroe de los tiempos modernos, el último avatar de la dualidad hombre-máquina, el último eslabón de una línea que nos interroga desde Ïcaro hasta los cyborg, pasando por los robots. Y nos recuerda a todos los retrogrados de la historia del deporte: los que no admitían a "trabajadores manuales" en sus competiciones amateurs, los que excluían a los "negros y otras razas inferiores", los que se oponían al deporte femenino, los que prohibían los calcetines de colores en el ciclismo, y tantos que hubo y habrá...
Creo que hoy no calibramos aún la trascendencia de que una persona con una seria discapacidad (de nacimiento, además) pueda medirse con atletas sin ninguna distinción. Al parecer algunas marcas ya han sabido verlo y esperan convertirlo en símbolo de sus productos.
Con graves problemas de futuro y una alarmante falta de figuras, más allá de Bolt, la IAAF – a pesar de su aparente oposición a participación del sprigbook- sabe que le ha tocado la lotería en un campeonato sin público en el estadio y sin apenas seguimiento televisivo. Por su parte, Oscar, que ya está en semifinales con el 14º tiempo de los 24 participantes, ya sabe que su nombre está en la historia, no del atletismo, en la Historia de la humanidad –con mayúsculas- como, salvando las comparaciones, los Owens, Jackie Robinson, Eugenio Monti, Muhammed Alí, Martina Navratilová o Bosman.

19 de agosto de 2011

Pierre Quinon: in Memoriam.

Como ya habréis leído, Pierre Quinon, campeón olímpico de salto con pértiga en 1984, se quitó la vida el pasado miércoles 17 de agosto arrojándose desde la ventana de su casa: tenía 49 años. Según sus allegados estaba deprimido, tomaba bastante medicación y tenía problemas de alcoholismo desde hacía algunos años.

Un saltador de talento.
Miembro de la magnífica escuela de salto con pértiga que fueron forjando desde los sesenta en París Maurice Houvion y Jean-Claude Perrin, el joven Pierre había nacido en Lyon (20 febrero 1962) y se había iniciado en un club comarcal, el Rhodia (su padre había sido corredor de 800m). Se incorporó en 1981 al grupo de Perrin en el Racing de París, en el que destacaban Patrick Abada, Jean-Michel Bellot y Thierry Vigneron. Esa temporada ya fue subcampeón de Europa junior con 5,30m, tras el checoslovaco Frantisek Jansa (5,35).
Quinon, que tenía fama de ser un muchacho solitario, demostró desde joven resistir muy bien la presión de la competición. En 1982 mejoró hasta 5,70 y se impuso en los campeonatos franceses sub-23 y absolutos, algo nada sencillo dado el nivel de los galos. Seleccionado para el Europeo, en Atenas acabó 12º tras un salto de 5,35 y tres nulos entre 5,55 y 5,60, demostrando su ambición y osadía. Las medallas fueron para los soviéticos Aleksandr Krupskiy y Vladimir Polyakov y para el búlgaro Atanas Tarev, todos con 5,60m.

Plusmarquista mundial.
En 1983 igualó el record francés de Vigneron (5,80, que habían sido RM). Pero en el primer Campeonato del Mundo fracasó haciendo tres nulos (ganó otro chaval desconocido, un tal Sergey Bubka con 5,70). Apenas catorce días después en Colonia batió por un centímetro el RM de Polyakov, al pasar a la primera la barra a 5,82m (para la anécdota queda que fue el primero en ponerla a 6 metros, fallando sus tres intentos). Tres días después su compatriota Vigneron se lo arrebató en Roma, también por un centímetro.
¡Campeón olímpico!
Empezó el año olímpico con una plata en el Europeo indoor (5,75) de Göteborg, tras un gran Vigneron (5,85). Campeón francés por tercer año consecutivo, entró lógicamente en el trío para Los Angeles, junto a Vigneron y Serge Ferreira. Era una gran ocasión para ellos, ya que el boicot de los países del bloque soviético dejó en casa a Bubka y los polacos, aunque sobre los pupilos de Perrin recaía el sanbenito de "encogerse" en los grandes eventos.
El 8 de agosto Quinon debutó con un nulo en 5,45m , pasando a la segunda. En ese momento permanecían seis atletas más en liza pero sólo quedaban tres (Vigneron y los locales Tully y Bell) cuando volvió al pasillo. Hizo un nulo en 5,65 y se reservó sus otros intentos para 5,70. En esa barra estuvo la clave ya que la pasó a la primera, mientras Earl Bell y Vigneron marraban sus tres intentos (se quedaban con 5,60). Mike Tully, que había saltado a la tercera 5,65, no probó y tampoco lo hizo cuando vio que Quinon saltaba en su primera tentativa los 5,75.
Con el título casi en el bolsillo, Quinon acompañó a Tully en sus desesperados intentos sobre 5,80 (el veterano americano había batido días antes el record USA con 5,82), que resultaron baldíos para ambos. Ante la sorpresa de los propios franceses (que confíaban más en Vigneron) Pierre Quinon se convirtió en el primer campeón olímpico de la escuela francesa (el siguiente sería Jean Galfione en 1996): era el octavo oro francés en atletismo, y el primero en un salto. Sergey Bubka tenía el RM en 5,90 y antes de acabar la temporada lo dejaría en 5,94.
Una continuación difícil.
En 1985 Quinon alcanzó su plusmarca personal en Niza (5,90 tras Bubka, 5,95) y acabó 2º del Grand Prix. Fue su canto del cisne ya que una lesión en el tobillo, sus estudios y, al parecer, una insuficiente asiduidad en los entrenamientos le llevaron a estancarse en torno a 5,70m. No será seleccionado para Seúl-88 (irán Philippe Collet, Philippe d´Encausse y Vigneron, arrasados por la armada roja de la URSS).
Sin resultados, Quinon se retiró en 1992 y abrió un negocio de pollos asados en Hyères, la localidad en la que residió hasta su muerte. En 2005 conoció al artista abstracto Colin Raffer y empezó a pintar. Admiraba a Nicolas de Stäel y Jackson Pollock y expuso sus obras en varias salas de su región. Hace un mes había estado navegando con su amigo Jean Galfione que, tras su retirada de las pistas, ha entrado en el mundo de la vela profesional.

16 de agosto de 2011

El primer Campeonato del Mundo.

Acabado la necesaria desconexión estival, volvemos a las tareas. Así que, un saludo a todos los que seguís por ahí, y, aunque no está el ambiente para muchas alegrías, os deseo un buen final de verano. Retomamos con algo relacionado con los Mundiales de atletismo, que arrancan en diez días.

El primer campeonato del mundo: Malmö 1976.
Si descontamos los eventos de pruebas no olímpicas, como el campeonato del mundo de cross que sustituyó al histórico Cross de las Naciones en 1973, el primer mundial de atletismo propiciado por la IAAF tuvo lugar, no en Helsinki en 1983 como marca la cronología "oficial", sino en la vecina ciudad sueca de Malmö siete años antes.
La causa fue la polémica decisión del COI, asumida por el comité organizador de los Juegos Olímpicos de Montreal, de no programar los 50 km marcha, al parecer en uno de esos periódicos intentos de "aligerar" el programa olímpico (quitando de paso pruebas difíciles de organizar y de poca repercusión meiática). Así las cosas, en la ciudad canadiense sólo se disputaron los 20 km, culminados con la primera victoria atlética de un mexicano, Daniel Bautista, por delante de la "armada de la RDA" (Hans-Georg Reimann, el campeón saliente Peter Frenkel y Karl-Heinz Stadtmüller).
La IAAF, ante las protestas de los "países de la Marcha" (el bloque oriental, Italia, México y los escandinavos), propuso a modo de compensación organizar un Campeonato del Mundo oficial de la distancia, que finalmente se fijó para el 18 de septiembre en Malmö (y restablecería la prueba en Moscú-80).

El primer título mundial: los 50 km marcha.
42 marchadores de 20 delegaciones tomaron la salida en la ciudad sueca el día señalado. No acudió el campeón olímpico de 1972. Bernd Kannenberg de la RFA, que había abandonado en los 20 km de Montreal, pero sí los otros medallistas en la capital bávara cuatro años antes, el soviético Veniamin Soldatenko y el estadounidense Larry Young, además de otros hombres acreditados como el italiano Vittorio Visini, los mexicanos Colín y Vera o los siempre temibles bloques de la RDA y la URSS.
 Desde los primeros compases de la prueba se vio a los mexicanos muy activos junto al veterano Soldatenko, llamado por su melena el "hippy de Almá-Atá" (que era en la época la capital de la república soviética de Kazajstán). Domingo Colín, que marcó el tiempo por la mitad de la prueba (1:56:55), fue el último que resistió el ritmo del soviético pero fue cediendo en la parte final de la prueba y acabó cuarto. El kazajo Soldatenko se impuso batiendo su marca personal con 3:54:40 y con más de tres minutos de ventaja sobre el azteca Enrique Vera y el finlandés de 20 años Reima Salonen.El único español, Agustín Jorba, acabó 14º y el veterano Young 21º mientras Visini abandonó, lo mismo que el joven francés Gérard Lelièvre.
El campeón más veterano: Veniamin Soldatenko.
Veniamin Soldatenko fue, por tanto, el primer campeón mundial de atletismo (en una prueba olímpica) y mantiene desde hace 35 años el record de ser el campeón más veterano, ya que hacía 37 años y 258 días que había nacido en la aldea de Shkurovka, en las estepas del norte de Kazajstán. Llegó a la marcha en el Instituto de Educación Física del Ejército en Almá-Atá (hoy Almatý), tras haber probado el boxeo, la lucha y la halterofilia. Entrenando siempre a más de 1.500m de altitud, Soldatenko tenía ya 30 años cuando logró el título de la URSS (1969) y fue tercero en el Europeo de Atenas, con salida desde Maratón. Un año después fue 2º en la Copa Lugano y en 1971 se proclamó campeón europeo en Helsinki. Poco después, el 20 de septiembre en un match URSS-RDA se convirtió en el primer marchador en bajar de 4 horas en los 50 km (3:59:17.8) tras un gran duelo con el alemán Peter Selzer (3:59:31).
Era el favorito para los Juegos de Munich pero se cruzó en su camino el local Kannenberg, un especialista en 20 km que ese año "explotó" en la distancia larga (y se aprovechó de la benevolencia de los jueces). Más discreto en los años siguientes (al parecer terminó sus estudios), "resucitó" en el año olímpico pero ya hemos relatado cómo no pudo ser campeón olímpico.
Aún aguantó hasta 1978 (plata en el Europeo tras Jordi Llopart con casi 40 tacos) pero, aunque intentó llegar a Moscú, se vio desbordado por la nueva generación soviética (en 1979 cuatro hombres por debajo de 3:50:0).