24 de septiembre de 2009

El increíble Dr. Meriwether

Muchos atletas han pasado como un meteoro por la historia del atletismo dejando su impronta en una temporada o, a veces, en una sola prueba. Uno de los más sorprendentes ha sido Wilhelm Delano Meriwether, doctor en medicina.

Años de estudio... sin deporte.
Hijo de profesores, nació en la capital de la música, Nashville, el 23 de abril de 1943. En el instituto destacó como músico (tocaba el saxo) y como miembro del club de Ciencias mientras tuvo poca actividad deportiva ("no había sitio en los equipos para un flacucho como yo") . Con 16 años ya ganó un premio de investigación (sobre parásitos de los perros) y obtuvo una beca para estudiar veterinaria en la Universidad estatal de Michigan. Se pasó a Medicina y, tras acabar el primer ciclo, fue el primer negro aceptado en la prestigiosa universidad de medicina de Duke en la que se graduó con honores en 1970. Posteriormente obtuvo su Master en salud pública en el prestigioso hospital John Hopkins.
Especializado en hematología, entró a trabajar en un centro de investigación del cáncer en Baltimore.

Un debutante de 27 años.
Viendo un día por televisión una carrera (en la que, al parecer, Borzov batía a los americanos) le dijo a su mujer "Yo puedo correr más que esos tíos" (seguramente ella le contestaría "naturalmente, cariño" sin prestarle atención). Más tarde contó que se entrenaba en las escaleras del hospital (corriendo hacia atrás) y por la noche en un estadio cercano (sin entrenador ni starting-blocks... ni luz muchos días).
Su aparición en las carreras causó cierta hilaridad por su atuendo: una bata sanitaria como camiseta y un extraño bañador dorado con tirantes (como un precursor de Borat): las zapatillas sí eran unas Adidas con clavos. Pero más sorpresa causaron sus prestaciones y su presencia en semifinales del campeonato indoor de la AAU en 1971. Claro que la sorpresa se transformó en estupor cuando aquel excéntrico individuo, sin formación atlética ni entrenamiento técnico, batió a lo más granado del sprint USA en la final del campeonato AAU de 100 yardas con un 9.0, que habría sido RM de no ser por un viento excesivo (+3.0). Meriwether (9.22) superó en esa final a Jim Green (9.23), al jamaicano Don Quarrie (9.24), al subcampeón olímpico Charlie Greene (9.29) y al explosivo Ivory Crockett (9.34).
Ese verano el Dr. Meriwether cumplió su sueño y compitió con Valery Borzov (aunque no le ganó "a ese tío"). Representó a EE.UU. en los Pan-Americanos siendo bronce en los 100m tras los jamaicanos Quarrie y Lennox Miller (los 100m se le hacían un poco largos por su falta de preparación atlética).
En el invierno siguiente el Dr. Meriwether fue campeón USA de 60 yardas indoor. En verano fue subcampeón al aire libre (de 100m ya que era año olímpico) tras Robert Taylor pero superando a hombres como Herb Washington y el francés Roger Bambuck. Sin embargo, una lesión le impidió defender sus posibilidades en los Trials olímpicos.
Para olvidar su decepción olímpica se volcó en varias campañas sanitarias públicas y desde 1973 entró en el ámbito de la Casa Blanca llegando a ser asistente del Subsecretario de Sanidad. Aún fue sexto en 1974 en el campeonato USA de 100m pero una nueva lesión le apartó definitivamente del atletismo de élite (tenía más de 30 años, le faltaba base y un protagonismo social creciente). Siguió corriendo en veteranos y su 20.8 en 200m de 1978 fue RN +35.

Una vida dedicada a los demás.
En los años siguientes Meriwether fue el delegado nacional del programa NIIP de vacunación contra la gripe (y especialmente la porcina) que vacunó a más de seis millones de personas (y contó con una enorme oposición de compañías de seguros y empresas farmacéuticas... y muchos médicos).
En 1983 marchó a Sudáfrica y trabajó como médico misionero en varios lugares, entre ellos en Soweto, regresando a EE.UU. en 1990. En los últimos años ha sido como médico de urgencias. La novela "Bethany Park" de Glen Sharp cuenta la historia de un chaval que empieza a correr tras leer la historia del Dr. Meriwether en "Sports Illustrated".
Siempre quedará en la pequeña historia del atletismo lo que fue capaz de hacer un médico, no experimentando con otros atletas, sino consigo mismo.

20 de septiembre de 2009

Emociones: Luis Miguel Martín Berlanas y Pablo Villalobos

Hay atletas que hacen grande su deporte por sus gestas y otros que hacen grande la vida por su actitud pública en la que llevan los valores deportivos a la vida y los valores humanos a la competición. Dos de ellos nos honran acompañando este blog y ambos son noticia estos días por motivos bien distintos.

Luis Miguel Martín Berlanas cuelga las zapatillas de clavos.

En una de las entrevistas que he leído estos últimos días, el gran mediofondista de San Martín de Valdeiglesias concluye diciendo "... si a alguien fui capaz de hacer sentir un mínimo de emoción con mi esfuerzo, sepa que mi satisfacción y agradecimiento están con él".
La frase demuestra su gran categoría humana pero nos corresponde a los "emocionados" agradecerle su esfuerzo y manifestarle nuestro deseo de seguir disfrutando de sus aportaciones periodísticas ya que es un hombre que demuestra, además de amor al atletismo y nobleza de carácter, excelentes conocimientos sobre la historia, la técnica y el entorno de este deporte.
Son muchos los grandes momentos atléticos que, pese a sus problemas con las lesiones, nos ha ofrecido Luis Miguel Martín Berlanas desde sus inicios como millero de casta. Recuerdo su espectacular aparición en la final de obstáculos de los europeos de 1998 devolviéndonos el interés por una prueba que añoraba en España los tiempos de Domingo Ramón, Sánchez Vargas y Joan Torres. Luego han sido muchas las veces en que hemos disfrutado sus triunfos y padecido sus derrotas pero a mí me queda esa imagen de la final de Sydney en la que tuteó a los kenianos y acabó brillantemente quinto (plaza que repitió en Atenas). También recuerdo muy bien su segunda plaza en la Copa del Mundo de Madrid.
Su historial está ahí, su record permanece y esperamos que, de alguna forma, nos siga haciendo partícipes de su nueva singladura ¡hasta siempre campeón!


Pablo Villalobos, el campeón estudioso.

Este extremeño tenaz e inteligente, buen conocedor de la historia del atletismo y que vive su pasión desde dentro, ha hecho su ya larga carrera a la sombra de las grandes figuras que España ha tenido y tiene en las distancias medias. Pero el atleta de Almendralejo ha sabido aprovechar sus ocasiones siendo campeón iberoamericano de 3.000m, finalista en el campeonato de Europa y la Universiada y participante en los campeonatos del mundo de cross.
Miembro de la AEEA (Asociación española de estadísticos de atletismo) mantiene una bonita página web donde podéis conocerlo mejor.
Hoy, mientras el mundo miraba hacia Berlín -donde corría Gebrselassie- (como apuntaba él mismo con gracejo en su página) o hacia Shangai, Pablo Villalobos ha ganado en Motril su primer título de España absoluto (tienen varios universitarios), el de la Media Maratón. Con trabajo y tenacidad sigue aumentando su palmarés.
Desde aquí queremos felicitarle y desearle que disfrute mucho el próximo Mundial.

19 de septiembre de 2009

La vuelta al mundo del atletismo en 80 países: 1. India

Preguntada en 2008 sobre quién era su ídolo nacional, la saltadora de longitud Anju Bobby George (bronce en el Mundial de 2003) declaró que ninguno, ya que la India sólo había tenido campeones "de nivel asiático" como Milkha Singh y P.T. Usha. Sin ser del todo cierto (los jóvenes desconocen frecuentemente la historia) la declaración de la atleta reflejaba el escaso peso que ha tenido el segundo país más poblado de la tierra en la historia del atletismo.

Un lejano precedente.
Pese a que la India no participó oficialmente en los Juegos Olímpicos hasta 1920, en 1900 compitió en París Norman Pritchard, un estudiante nacido en Calcutta en 1875. El atleta anglo-indio fue 2º en los 200m lisos y con vallas y 5º en los 110m vallas, además de participar en eliminatorias de 60 y 100m, siendo el primer asiático en ganar una medalla olímpica. Aunque los historiadores británicos reivindican esas medallas (sus padres eran ingleses y la India era una colonia), el C.I.O. suele atribuírla a la India. Pritchard se trasladó a Hollywood dónde, bajo el nombre de Norman Trevor, fue un conocido actor de cine mudo (28 films para la MGM según IMDB).

La India británica.
En 1920 compitieron en Amberes 3 atletas indios (en sprint, 10.000 y maratón) y en 1924 fueron ya 9 (el mejor el maratoniano Mahadeo Singh, 29º). Hasta la segunda guerra mundial, la India figuró modestamente en atletismo mientras acumulaba medallas de oro en hockey sobre hierba, un deporte en el que han hecho historia. El mejor atleta olímpico indio hasta 1936 fue el saltador de triple M. Chand Dhawan, 14º en los Ángeles-32. La India acudió también a los British Empire Games de 1934 pero ya no en 1938.

La India independiente.
Con su independencia (1947) recién estrenada, la India presentó 10 atletas en la capital de la antigua metrópoli para los Juegos de 1948 y tenía fundadas esperanzas en el triplista Henry Rebello que acudía con 15,29m, segunda marca de los presentes. Pero el de Uttar Pradesh, tras calificarse con facilidad, se lesionó en su primer salto y acabó último de la final con tres nulos. Gurnam Singh, 18º en altura fue el mejor indio. En las ediciones siguientes, la India siguió sin destacar teniendo siempre en sus saltadores de altura y triple a sus mejores representantes.
En los primeros Juegos Asiáticos celebrados en 1951 en Nueva Dehli, la India ganó varios títulos con el velocista Levy Pinto (100 y 200m), los mediofondistas Ranjit Singh (800) y Nikka Singh (1.500), el fondista Chota Singh (maratón), los lanzadores Madan Lal (peso) y Makhan Singh (disco), los marchadores Mahabir Prasad (10.000m), Hakam Singh (20km) y Bakhtawar Singh (50km) además del relevo 4x400. En la parcela femenina las platas de Roshan Mistry (100m) y el 4x100 fueron sus mejores clasificaciones.

El shij volador.
Buena parte de los mejores deportistas de la India son sijs, reconocibles por el moño anudado y, la mayoría, por el patronímico Singh. El más destacado ha sido Milkha Singh, nacido en el Punjab pakistaní en 1935 (antes de la partición). Este ligero velocista fue campeón asiático de 200 y 400m en 1958 y ese mismo año se convirtió en el primer indio campeón de la Commonwealth al imponerse en 440y al sudafricano Spence, al canadiense Tobacco y a los ingleses Salisbury y Wrighton (campeón de Europa unas semanas después). En Roma se quedó fuera del podio olímpico de los 400m por 1/10 en la fabulosa final en la que Otis Davis y Carl Kaufmann rompieron la barrera de los 45 segundos (le arrebató el bronce el sudafricano Spence). Sus 45.6 (45.73) de ese día han sido record asiático hasta 1986 y de la India hasta 1993.
A Tokio Milkha sólo fue a correr el relevo pero brilló otro atleta punjabí, Gurbachan Singh Randhawa, 5º en la final de 110m. vallas tras el italiano Ottoz. En los Commonwealth Games de 1966 Praveen Kumar fue plata en el lanzamiento del martillo. En las siguientes ediciones de esos Juegos brillaron Mohinder Singh Gill, bronce en 1970 y plata en 1974 en triple salto, y Suresh Babu, bronce en la longitud en 1978. Ambos fueron campeones de Asia (Gill en 1970 y Babu en 1978).

Renacimiento en Montreal.
Tras un par de Juegos sin destacar, los indios tuvieron una buena prestación (para su nivel) en Montreal-76 donde, con sólo cuatro atletas, tuvieron la 11ª plaza de Shivnat Singh en el maratón y, sobre todo, la 7ª de Sri Ram Singh en los 800m. El pequeño indio fue protagonista de la final al adelantar por un instante a Juantorena, y acabó con 1:45.77, record asiático hasta 1994 y actual record indio. Sri Ram fue oro en los Juegos Asiáticos de 1974 y 1978 (plata en 1970) y representante asiático en la Copa del Mundo de 1977.

El "expreso de Payyoli".
Elegida mejor deportista femenina india del siglo XX, Pilavullakandi Thekkeparambil (P.T.) Usha se quedó en 1984 a 1/100 de subir al podio olímpico de los 400m vallas. Pese a ello, por su larga trayectoria (fue campeona india entre 1981 y 1999, por su versatilidad (destacó en 100, 200 y 400 lisos, 400 vallas y relevos) y por sus victorias internacionales (101 medallas en competiciones supranacionales) P.T. Usha ha tenido una popularidad sin par en su país. Destaca su gesta en los Juegos Asiáticos de 1986 cuando ganó cuatro medallas de oro (200, 400, 400 vallas y 4x400) y una de plata (100m). A su estela, el relevo largo femenino fue finalista olímpico en 1984 y 1996, ha subido a todos los podios asiáticos desde 1982 y fue subcampeón de la Commonwealth en 2002.

Campeones del siglo XXI.
En el siglo XXI la mejor atleta india ha sido la ya citada Anju Bobby George, campeona de Asia en 2002 y 2005 y bronce en los Commonwealth games de 2002 y el Mundial de 2003. Pese a establecer su RN (6,83) en la final olímpica de Atenas sólo acabó 6ª pero más triste fue su actuación en Pekín con tres nulos. En Atenas J.J. Shoba fue 11ª en el heptathlon con una marca de 6.172 puntos.

15 de septiembre de 2009

La intersexualidad en el atletismo -3- (a propósito de Caster Semenya).

La introducción de los controles de sexo
En 1966 la IAAF introdujo los controles de sexo con análisis cromosómicos y la primera gran competición en la que se aplicaron fue el Campeonato de Europa de 1966 en Budapest. En él no compitieron, pese a que alguna de ellas había aparecido en reuniones diez días antes, por repentinas lesiones las soviéticas Shchelkanova y las hermanas Tamara e Irina Press, además de otras como la saltadora rumana Iolanda Bala
s (futura presidenta de la federación de su país, tras la caída de Ceaucescu).

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Tamara Press (URSS), doble campeona (peso-disco) europea y olímpica, tenía 29 años y acaparaba los RM de los lanzamientos de peso y disco desde 1959 (seis da cada). Tuvo una importante vida pública en la URSS, siempre como mujer, y fue una reconocida autora de libros tanto deportivos como sobre ingeniería civil, su profesión. Su hermana Irina, dos años más joven, había sido campeona olímpica en vallas (1960) y pentathlón (1964). Su aspecto suscitaba más dudas y se conoce menos de su trayectoria posterior ya que trabajó para el ejército (falleció en 2004).

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Tatyana Shchelkanova (URSS), campeona europea de salto de longitud en 1962 y bronce olímpico, había sido campeona europea indoor unos meses antes. La rusa, también de 29 años, había tenido el RM de 1961 a 1964. Nunca reapareció en las pistas.

. Iolanda Balas (Rumanía), para muchos la mejor saltadora de altura de la historia (ver su biografía), tampoco volvió a la alta competición (aunque siguió compitiendo un año a nivel nacional) pero ella lo justificó por una degeneración ósea. Casada con su entrenador Ion Soter, fue arbitro, directiva y, entre 1988-2005 presidenta de la Federación rumana.

Nuevos controles cromosómicos.

En 1967 la IAAF programó nuevos controles cromosómicos introduciendo
el test de Barr (mediante análisis de la saliva), que el C.I.O. generalizaría en México-68. La primera víctima de los mismos fue la polaca Kłobukowska, que había competido sin problemas (y ganado dos oros y una plata) en los Europeos de 1966. El análisis que se le realizó en la eliminatoria de la Copa de Europa en Wuppertal (RFA) llevó a la IAAF a "invitar" a la federación polaca a excluir a la atleta de forma discreta. Al negarse ésta (y la atleta) se hicieron públicas las pruebas y la polaca fue excluída.

. Ewa Kłobukowska (Polonia), atleta muy discutida por su aspecto, fue excluída en 1967 de las competiciones por "feminidad insuficiente" (determinación cromosómica XXY) tras haber sido campeona olímpica de relevos, campeona europea de 100m y 4x100 y recordwoman mundial de ambas pruebas. Conservó sus medallas pero sus marcas fueron borradas de las listas de records. La atleta rechazó siempre la acusación e intentó reforzar sus caracteres femeninos con medicamentos. Años después tuvo un hijo. Con las normas actuales podría competir.

La contestación a los controles de género.
Muchos médicos consideraron poco fiable el test de Barr, que fue sustituído en los años siguientes por pruebas de ADN pero persistía el objetivo de determinar el sexo (XX o XY). Entre 1972 y 1984 trece deportistas fueron declaradas no aptas para competir como mujeres. Otras muchas fueron discutidas por su aspecto, aunque pasaron los controles, como la checa Jarmila Kratochvilová. Pero el caso de la vallista española Mª José Martínez Patiño obligó a replantear totalmente el tema.

. Jarmila Kratochvilová (Checoslovaquia). Esta atleta empezó a destacar en 1980, ya con 29 años. En la Copa del Mundo de 1981 tuvo una sensacional actuación pero un año después Marita Koch la derrotó en los Europeos. En 1983 pulverizó los RM de 400 y 800m (aún vigente) y ganó los dos oros en el Mundial. Se mantuvo en activo un par de años más y luego pasó a ser entrenadora. Enormemente musculada, pasó todos los controles y adujo, cuando fue preguntada, que no tenía la culpa de ser fea y dedicarse 100% al atletismo.

. Heidi Krieger (RDA) fue con 20 años campeona de Europa de peso pero se retiró en 1990. Alegó que el exceso de esteroides que le habían suministrado la había masculinizado y recurrió a una operación de cambio de sexo convirtiéndose en Andreas. Se casó con la nadadora Ute Krause. La Medalla Heidi Krieger se otorga en Alemania a los que luchan contra el dopaje.

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Mª José Martínez Patiño (España). Campeona nacional de 100m vallas (1984), había pasado el test en el Mundial de 1983 pero en la Universiada de Kobe en 1985 tuvo que volver a pasarlo (al haber olvidado el certificado). Los resultados revelaron que su cariotipo era 46XY pero con el SIA (síndrome de insensibilidad a andrógenos). Se le aconsejó que simulase estar lesionada y así lo hizo pero, al volver a competir en 1986, la Federación la descalificó privándola de su beca y haciendo público su caso. Posteriormente fue profesora de la Universidad de Vigo donde dirigió el centro de Estudios Olímpicos.

La lucha de la gallega fue apoyada por personalidades como el genetista Albert de la Chappelle y numerosas activistas americanas que luchaban por hacer comprender al vetusto C.O.I. que el concepto de lo masculino y lo femenino -tal y como lo concebían las mentes conservadoras- ya no existía. La presión de asociaciones médicas como la Asociación Médica Americana o los Colegios de Obstetras y Ginécologos de EE.UU. y otros países llevaron a los organizadores de los Juegos de la Commonwealth y a la IAAF a desafiar al C.O.I. y suprimir los controles de sexo desde 1992. En los Juegos de Atlanta se realizaron casi 4.000 costosos análisis de ADN y fueron detectados ocho casos. Todos ellos recibieron luz verde para competir tras ser analizados otros factores.
Finalmente el C.O.I. suspendió los controles en los Juegos de 2000 (aunque
el tema está lejos de estar cerrado).

Los últimos casos
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. Santhi Soundarajan (India). Campeona de la India de 800 y 1.500m (y plusmarquista de 3.000 obstáculos) fue subcampeona asiática de 800m en 2005 y un año después repitió plata en los Juegos Asiáticos de Doha. La IAAF la sometió a un control de sexo (evaluación a fondo por un ginecólogo, un genetista, un endocrinólogo, un psicólogo y un especialista en medicina interna) y determinó que tenía características intersexuales (afectada por el SIA). Descalificada, tuvo un intento de suicidio. Más tarde sacó un título de entrenadora.

. Yvonne Buschbaum (Alemania) ha sido una de las mejores pertiguistas de su país alcanzando en 2003 su plusmarca (4,70). Campeona alemana, fue sexta en los JJ.OO. de 2000 y en el Mundial-03 y bronce en el Europeo de 2002. En 2007 se retiró para someterse a una terapia hormonal y una operación de cambio de sexo pasando a llamarse Balian. (su web).

Breve conclusión (en espera de la decisión sobre Caster Semenya). La diferenciación de sexos para algunos deportes (en otros carece de todo sentido más allá de cierto paternalismo) se basa en la ventaja que otorgan determinadas características por el género para ejercicios de potencia o resistencia.

Los seres humanos nacen con 46 cromosomas, en 23 pares. Los dos cromosomas que determinan el sexo son el X (femenino) y el Y (masculino). La mayoría de las mujeres son XX, mientras que la mayoría de los hombres son XY. Antes se pensaba que la mera presencia de un cromosoma Y determinaba de forma absoluta el género masculino. Sin embargo, nuevas investigaciones científicas han confirmado que en unos pocos de miles de nacimientos puede haber una enorme gama de variaciones. Algunas personas nacen con un cromosoma de un solo sexo - son 45X o 45Y. Otros nacen con un cromosoma de más - 47XXY o 47XYY o 47XXX.

Estas y otras variaciones invalidan los tradicionales estándares de determinación de sexos.
Los científicos no creen que haya hombres compitiendo como mujeres. Lo que encuentran a menudo son mujeres con cromosomas XXY, cuya composición genética incluye un factor de exceso de testosterona. Mujeres de fornido aspecto “masculino”, como Kratochvilová o Mutola, resultaron ser XX estándar y pasaron las prueba de feminidad muchas veces. Otros casos son los de atletas con genitales intersexuales. Algunas tenían restos de cromosoma Y unido a un X, otros eran XX "normales" cuyo desarrollo genital puede haber afectado por un desequilibrio hormonal, o incluso daños al feto (como el SIA). El vello facial en una mujer puede ser el resultado de la variación cromosómica, o un simple desajuste entre el estrógeno y
la testosterona. Según la doctora Anne Fausto-Sterling (Science World), "Los cromosomas, las hormonas, las estructuras internas del sexo, las gónadas y los genitales externos varían mucho más de lo que la mayoría de la gente piensa”.

Hoy el sexo, en buena medida es una opción personal (aunque algunos tribunales de Texas pueden exigir análisis genéticos para garantizar la ley que señala que sólo pueden casarse XX con XY). La decisión de la IAAF -más allá de la "carnaza" de algunos periodistas o foreros más bien desinformados- sólo debe responder a razones que respeten la ética deportiva.

Para leer más:

- The Rise and Fall of Gender Testing
- Grupo de apoyo afectadas SIA
- El caso Heidi Krieger (en inglés)

9 de septiembre de 2009

Dave Laut "in memoriam"

Hace dos semanas, el pasado 27 de agosto, fue asesinado en su casa de California el antiguo lanzador de peso David Laut. Sin llegar a ser una de las grandes estrellas de la especialidad, Laut fue uno de los mejores lanzadores de los años 80´.

El acceso a la categoría internacional.
Nacido en Findlay (Ohio) el 21 de diciembre de 1956, destacó en edad escolar como jugador de baloncesto y de fútbol (americano) y en atletismo. Orientado por su envergadura hacia el lanzamiento del peso, desarrolló su carrera universitaria en California, en la UCLA. Ganó en dos ocasiones el título universitario de la NCAA, en 1978 (20,15, 18º mundial) y en 1979 (20,41). Ese año se llevó también el título absoluto de la AAU con un lanzamiento de 21,11 que le situaba como tercer lanzador del año y primero del ranking USA. Ese triunfo le permitió representar a su país en los Juegos Pan-Americanos de San Juan de Puerto Rico donde se impuso ante los canadienses Dolegiewicz y Pauletto con un mejor tiro de 20,22. Más flojo estuvo en la segunda Copa del Mundo que tuvo lugar en el Olímpico de Montreal y en el que se quedó en 19,42 y fue superado por tres europeos, el alemán oriental Udo Beyer (20,45), el finlandés Stählberg (20,05) y el soviético Baryshnikov (20,00).

Hacia los Juegos Olímpicos.
Tras su gran temporada del 79, en 1980 no logró la clasificación para los Juegos de Moscú (a los que finalmente no acudieron los americanos) pese a ser el segundo del ranking USA (21,10). Fue sexto tanto en el campeonato USA como en los Trials. Sin embargo en los años siguientes se consolidó como el mejor especialista de su país, aunque no llegó a imponerse en los grandes campeonatos. Fue campeón de EE.UU. en 1981 (21,60), 1983 (21,71) y 1985 (21,02) y 3º en 1982. Volvió a la Copa del Mundo en Roma-81 siendo 3º con 19,90 batido por Beyer (21,40) y el soviético Mironov (20,34). En 1982 logró su mejor marca con 22,02 logrados en Coblenza y fue nº 1 mundial (justo un año que los americanos no tenían ninguna gran competición).
En 1983 acudió al primer Mundial en Helsinki pero, pese a ser el segundo del ranking (21,94 en mayo), no pudo subir a un podio dominado por el sorprendente polaco Edward Sarul (21,39) junto al alemán Ulf Timmermann (21,16) y el checoslovaco Machura (20,98). Claro que peor fue lo de Udo Beyer que en junio batió el RM (22,22) en Los Angeles -ocasión en la que derrotó a Laut (21,87)- y que sólo pudo ser 6º en la capital finlandesa.
En 1984 su gran objetivo eran los Juegos Olímpicos y se impuso en los Trials con 21,33 ante August Wolf y el lanzador negro Mike Carter. Sin embargo en el Memorial Colosseum de Los Angeles los americanos no tuvieron su tarde y el italiano Alessandro Andrei (21,26 en el tercero) les amargó la prueba llevándose el oro por delante de Carter (21,09) y Laut (20,97) que sólo superó a Wolf por 4cm. Pese a la medalla, fue una gran decepción para Dave.

Últimas competiciones.
En 1985, pese a ser superado en el ranking USA por Akins y Oldfield, al ganar el título USA fue el representante en la Copa del Mundo de Camberra (su tercera) donde fue 4º (20,51) por detrás de Timmermann (22,00), Smirnov (21, 72) y Andrei (21,14). En 1986 había lanzado 20,98 cuando se desgarró los tendones de las dos piernas durante unos ejercicios de entrenamiento. Con gran tenacidad, intentó volver en 1988 pero no logró clasificarse para Seúl (6º en los trials con 20,34).
Poco a poco, el gigante (1,93m/114kg) reorientó su vida, acabó sus estudios, se casó y dedicó su vida hacia la docencia, como profesor de secundaria y como director de deportes en un colegio. El pasado 27 de agosto unos asaltantes le dispararon en su casa

6 de septiembre de 2009

La intersexualidad en el atletismo -2- (a propósito de Caster Semenya).

El ascenso del atletismo femenino hasta la aparición de los controles.
El final de la guerra y la caída del regimen nazi, que tanto había promocionado el deporte femenino, no supuso la desaparición de atletas que provocaban dudas. Y estas aparecieron en todo tipo de países y regímenes, en las democracias occidentales, en la España heredera de los regímenes fascistas y en las nuevas "democracias populares".
En algunos países, como Gran Bretaña y los países escandinavos, desde 1948 se sometía a las mujeres a un examen médico para poder competir. Inicialmente era sólo un examen ginecológico pero poco a poco, en algunos países se fueron introduciendo pruebas de determinación genética que estableciesen el genotipo (numero de cromosomas caracteristico de cada sexo).

Los casos más sonados hasta 1966.

.María Torremadé (España). Se dio a conocer corriendo cross en 1940 y en 1941 batió los records españoles de 100m (12.0 en prueba mixta), 200 (27.0), 800 (2:29.5), altura (1,42) y longitud (5,09). Cuando los médicos determinaron que tenía órganos masculinos internos, cambió de sexo en el registro civil pasando a ser Jorge y perdió sus records. Su caso tuvo mucho que ver en que Pilar Primo de Rivera y la Sección Femenina prohibiesen la práctica del atletismo femenino hasta los años sesenta.

.Léa Caurla (Francia). Campeona de Francia de 100, 200, 800 y pentatlon fue medallista de bronce en los 200m y plata con el relevo en los Europeos de 1946. Años después pasó a ser Léon y fue padre de familia. Una de sus "compañeras" de relevo fue Claire Bressolles, que también subió al podio de los 100m como tercera. Ella se convirtió en Pierre, hizo el servicio militar y también tuvo hijos. Las medallas y marcas de ambas siguen en los palmarés.

.Foekje Dillema (Holanda). Esta atleta batió en 1949 el record holandés de 200m (24.1) que pertenecía nada menos que a la cuádruple campeona olímpica Fanny Blankers-Koen. En 1950 los médicos la inhabilitaron para el deporte por tener caracteres masculinos (se dijo que la presión del "clan Blankers" había tenido mucho que ver). Se retiró a su Frisia natal y vivió toda su vida como mujer. Estudios recientes determinaron que tenía mosaicismo, con cromosomas femeninos y masculinos pero fenotipo femenino (con las normas actuales podría competir).

. La "armada roja": numerosas atletas de la URSS fueron puestas en duda por los medios europeos y americanos. A ello contribuía, además de sus destacadas prestaciones (en muchas ocasiones en pruebas con poca densidad a nivel mundial), su aspecto "poco femenino" según los cánones occidentales. Lo cierto es que muchas atletas del Este eran "deportistas de Estado" dedicadas 100% al deporte, lo que provocaba que fueran más musculosas que muchas de sus rivales y además muchas no se arreglaban al "estilo capitalista", por convicción o por falta de cosméticos o complementos de moda. Entre las más discutidas podemos citar a Mariya Itkina (campeona europea de 200 y 400m), Aleksandra Tchudina (especialista en combinadas y saltos), Tatyana Shchelkanova (salto de longitud) o las hermanas Tamara (peso y disco) e Irina Press (vallas y pentatlon). Algunas pueden presentar problemas de definición sexual pero de la mayoría se sospecha más bien que se las dopaba con hormonas masculinas.

.Sin-Kim-Dan (Corea del Norte). Ver artículo en este blog.

Continuará...

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Para leer más:
-
El sexo no es sólo una Y
- Caso Semenya: la ciencia no tiene una respuesta pero sin duda contribuye a ella

3 de septiembre de 2009

La intersexualidad en el atletismo -1- (a propósito de la polémica en torno a Caster Semenya).

Atletismo por sexos.
Los griegos no admitían mujeres en Olimpia, ni siquiera como espectadoras: según Pausanias, Kallipateira, que intentaba colarse para ver correr a su hijo, fue descubierta y ejecutada (así se las gastaban los padres del pensamiento racional).
Pese a las reticencias de Coubertin (¡ qué mal le caía al Barón el deporte femenino!) las mujeres entraron en los Juegos modernos desde la segunda edición (en tenis y croquet) y se fueron incorporando a varios deportes (tiro con arco, natación). El atletismo no las acogió hasta 1928 culminando así la larga lucha de Alice Milliat y otras pioneras, que habían puesto en pie la FSFI (Féderation Sportive Femenine Internationale) y organizado varios Juegos-Campeonatos femeninos entre 1922 y 1934 (en 1936 la IAAF al fin las absorbió y "borró" a la Milliat, que en 1922 había leído su famoso manifiesto "Una nueva era para la mujer").

Primeros problemas con el sexo (hasta 1940).
El aspecto poco femenino -para los usos de la época- de algunas campeonas provocó desde el principio un debate social que mezclaba conservadurismo, fundamentalismos religiosos diversos e ideas poco claras sobre sexualidad y género. En esa época, el examen ginecológico en casos extremos era el único método de determinación del sexo de las atletas. Entre las primeras campeonas que fueron puestas en duda podemos citar a las siguientes:

. Mary Weston (G.Bretaña). Fue la mejor lanzadora de peso y jabalina de Gran Bretaña entre 1925-30 4 títulos de la WAAA). En 1936 fue operado dos veces para ser un hombre y se casó con Alberta Bray que había sido su amiga íntima. Su compatriota Edith Halstead, dos veces campeona inglesa de jabalina y subcampeona del Imperio en 1931 fue reconocida más tarde como Edwin.

.Fanny Rosenfeld (Canadá). Nacida en Ucrania, destacó desde niña en todo tipo de deportes desde el hockey sobre hielo hasta el softball pasando por el basket y el atletismo, lo que era poco habitual en una mujer de los años veinte. Fue subcampeona olímpica de 100m y campeona del 4x100 en Amsterdam-28 pero una artritis la obligó a retirarse un año después.

.Kinue Hitomi (Japón). Verdadera pionera del deporte asiático, destacó en todas las especialidades y gozó de enorme popularidad en su país. Al no ser olímpica la longitud, su mejor especialidad, corrió los 800m (subcampeona). Murió de tuberculosis en 1931 con 24 años.

.Stanislawa Walasiewicz (Polonia). Su apellido correcto era Walasiewiczowna pero la crónica ha legado maliciosamente su forma masculina. Residente en EE.UU. competía por su país de nacimiento, aunque más tarde se nacionalizó americana (Stella Walsh). Durante su larga carrera fue campeona olímpica (1932) y europea (1938) y acumuló títulos americanos y records mundiales. Tras su muerte en un atraco en Cleveland en 1980, la autopsia reveló que tenía órganos sexuales masculinos y femeninos y cromosomas de más (anomalías llamadas mosaicismo o hermafroditismo y técnicamente disgenesia gonadal o síndrome de Turner).

.Helen Stephens (EE.UU.) Derrotó a la Walasiewicz en los 100m de Berlín, algo que despertó sospechas (tal vez pensaban que sólo un hombre podía correr más que la polaca) y, según la leyenda, encandiló a Hitler. Según algunas fuentes tuvo que mostrar sus genitales. Lo que sí parece es que mostraba actitudes públicas no convencionales para la época.

.Khate Krauss (Alemania) fue tercera en los 100m de Berlín-36 tras las dos anteriores (algún historiador ha escrito que la primera mujer de esa carrera fue Maria Dollinger, la 4ª). Profesora de Educación Física y muy musculosa (tuvo los records alemanes de Disco y combinadas), fue posteriormente federativa y entrenadora.

.Zdena Koubková (Checoslovaquia). Batió dos veces el RM de 800m, la segunda ganando en 1934 los últimos Juegos Mundiales femeninos en Londres. Un año después fue sometida a examen ginecológico y suspendida. Un médico ucraniano le realizó una operación de sexo y fue reconocido como Zdenek Koublov, emigrando a los EE.UU.

.Dora Ratjen (Alemania). Saltadora de altura que fue campeona europea y recordwoman mundial en 1938. Poco después la policía determinó que era un hombre y perdió sus marcas y títulos. Ya como Hermann, fue movilizado y, tras la guerra, habría sido camarero en Hamburgo y Bremen.

Continuará...

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Para leer más:
- L´intersexualité en athletisme ou les femmes androgynes
- Mujeres...muy hombres
- ¿Mujer? ¿Hombre?: el caso de Caster Semenya