27 de abril de 2010

La soledad del corredor de fondo: en la muerte de Alan Sillitoe.

No es este un blog literario pero no puedo resistirme a publicar unas líneas en recuerdo del escritor inglés Alan Sillitoe, fallecido el pasado domingo 25 de abril a los 82 años. Sillitoe es autor del que tal vez sea el mejor relato (literariamente hablando) relacionado con el atletismo, La soledad del corredor de fondo. Se trata de un relato corto, de unas 30 páginas, aunque en el libro del mismo título le acompañan otros con el mismo protagonista, el joven ratero Colin Smith.

La soledad del corredor de fondo (The Loneliness of the Long Distance Runner) es el segundo libro de Sillitoe, que entonces era un joven escritor y vivía en Mallorca.
Había nacido en 1928 en una familia obrera de Nottingham que rozaba la pobreza ("Vivíamos en una habitación en Talbot Street cuyas cuatro paredes olían a fuga de gas, grasa y capas de papel enmohecido"). Su padre, analfabeto, trabajaba en la fabrica de bicicletas "Raleigh" (muy unida al ciclismo deportivo) y maltrataba a la madre y a los hijos. Alan dejó la escuela a los 14 y trabajó en la fábrica antes de alistarse en la RAF. Fue destinado a Malasia donde enfermó de tuberculosis. Durante su larga convalecencia tomó gusto por la lectura y la escritura.
Tras ser licenciado (con una paga que le permitía sobrevivir), se unió a la poeta Ruth Fainlight y se fueron a vivir a Mallorca. Allí, el famoso escritor Robert Greaves ("Yo, Claudio") leyó sus escritos y le animó a publicar. Su primer libro fue Sábado por la noche y domingo por la mañana (Saturday Night and Sunday Morning), donde novelaba sus experiencias como joven obrero y sus borracheras y excesos de fin de semana. Con esa novela y La soledad del corredor de fondo pasó a ser considerado miembro del grupo de escritores llamado Angry Young Men (Jovenes airados) que ponía en solfa la Inglaterra post-victoriana y reflejaba el modo de vida de la clase obrera.
Ambos libros fueron trasladados al cine por dos jovenes directores del Free Cinema, Karel Reisz (1960) y Tony Richardson (1962), con el gran Albert Phinney en la primera y el muy creíble Tom Courtenay como el joven corredor de fondo.

La soledad del corredor de fondo es una obra escrita en primera persona y refleja con gran crudeza y sensibilidad la vida en el reformatorio de un aprendiz de delincuente con facultades atléticas. El papel del deporte en la sociedad inglesa y su diferente significado para las distintas clases sociales quedan reflejados con enorme realismo y culminan con el desafío del joven "airado" frente al autoritario director (interpretado en la película por Michael Redgrave).

No conozco mucha más obra de este escritor, sé que ha escrito teatro (una versión de "El alcalde Zalamea" ambientada en la guerra civil) y poesía y que ha traducido varias obras españolas al inglés. Que mientras vivió en España leyó la novela picaresca, a Baroja y a Blasco Ibáñez ("En España dejamos muy buenos amigos que ahora ya han ido envejeciendo y haciéndose un poco más ricos, porque cuando estuvimos allí la pobreza del país era muy evidente"). Que ha escrito una biografía conmovedora (Life Without Armour). Hay un artículo muy bien escrito de Juan Cruz en http://www.elpais.com/articulo/cultura/Allan/Sillitoe/esceptico/nostalgico/elpepicul/19760514elpepicul_3/Tes .

Como homenaje os recomiendo tanto el libro como la película.

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