15 de septiembre de 2009

La intersexualidad en el atletismo -3- (a propósito de Caster Semenya).

La introducción de los controles de sexo
En 1966 la IAAF introdujo los controles de sexo con análisis cromosómicos y la primera gran competición en la que se aplicaron fue el Campeonato de Europa de 1966 en Budapest. En él no compitieron, pese a que alguna de ellas había aparecido en reuniones diez días antes, por repentinas lesiones las soviéticas Shchelkanova y las hermanas Tamara e Irina Press, además de otras como la saltadora rumana Iolanda Bala
s (futura presidenta de la federación de su país, tras la caída de Ceaucescu).

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Tamara Press (URSS), doble campeona (peso-disco) europea y olímpica, tenía 29 años y acaparaba los RM de los lanzamientos de peso y disco desde 1959 (seis da cada). Tuvo una importante vida pública en la URSS, siempre como mujer, y fue una reconocida autora de libros tanto deportivos como sobre ingeniería civil, su profesión. Su hermana Irina, dos años más joven, había sido campeona olímpica en vallas (1960) y pentathlón (1964). Su aspecto suscitaba más dudas y se conoce menos de su trayectoria posterior ya que trabajó para el ejército (falleció en 2004).

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Tatyana Shchelkanova (URSS), campeona europea de salto de longitud en 1962 y bronce olímpico, había sido campeona europea indoor unos meses antes. La rusa, también de 29 años, había tenido el RM de 1961 a 1964. Nunca reapareció en las pistas.

. Iolanda Balas (Rumanía), para muchos la mejor saltadora de altura de la historia (ver su biografía), tampoco volvió a la alta competición (aunque siguió compitiendo un año a nivel nacional) pero ella lo justificó por una degeneración ósea. Casada con su entrenador Ion Soter, fue arbitro, directiva y, entre 1988-2005 presidenta de la Federación rumana.

Nuevos controles cromosómicos.

En 1967 la IAAF programó nuevos controles cromosómicos introduciendo
el test de Barr (mediante análisis de la saliva), que el C.I.O. generalizaría en México-68. La primera víctima de los mismos fue la polaca Kłobukowska, que había competido sin problemas (y ganado dos oros y una plata) en los Europeos de 1966. El análisis que se le realizó en la eliminatoria de la Copa de Europa en Wuppertal (RFA) llevó a la IAAF a "invitar" a la federación polaca a excluir a la atleta de forma discreta. Al negarse ésta (y la atleta) se hicieron públicas las pruebas y la polaca fue excluída.

. Ewa Kłobukowska (Polonia), atleta muy discutida por su aspecto, fue excluída en 1967 de las competiciones por "feminidad insuficiente" (determinación cromosómica XXY) tras haber sido campeona olímpica de relevos, campeona europea de 100m y 4x100 y recordwoman mundial de ambas pruebas. Conservó sus medallas pero sus marcas fueron borradas de las listas de records. La atleta rechazó siempre la acusación e intentó reforzar sus caracteres femeninos con medicamentos. Años después tuvo un hijo. Con las normas actuales podría competir.

La contestación a los controles de género.
Muchos médicos consideraron poco fiable el test de Barr, que fue sustituído en los años siguientes por pruebas de ADN pero persistía el objetivo de determinar el sexo (XX o XY). Entre 1972 y 1984 trece deportistas fueron declaradas no aptas para competir como mujeres. Otras muchas fueron discutidas por su aspecto, aunque pasaron los controles, como la checa Jarmila Kratochvilová. Pero el caso de la vallista española Mª José Martínez Patiño obligó a replantear totalmente el tema.

. Jarmila Kratochvilová (Checoslovaquia). Esta atleta empezó a destacar en 1980, ya con 29 años. En la Copa del Mundo de 1981 tuvo una sensacional actuación pero un año después Marita Koch la derrotó en los Europeos. En 1983 pulverizó los RM de 400 y 800m (aún vigente) y ganó los dos oros en el Mundial. Se mantuvo en activo un par de años más y luego pasó a ser entrenadora. Enormemente musculada, pasó todos los controles y adujo, cuando fue preguntada, que no tenía la culpa de ser fea y dedicarse 100% al atletismo.

. Heidi Krieger (RDA) fue con 20 años campeona de Europa de peso pero se retiró en 1990. Alegó que el exceso de esteroides que le habían suministrado la había masculinizado y recurrió a una operación de cambio de sexo convirtiéndose en Andreas. Se casó con la nadadora Ute Krause. La Medalla Heidi Krieger se otorga en Alemania a los que luchan contra el dopaje.

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Mª José Martínez Patiño (España). Campeona nacional de 100m vallas (1984), había pasado el test en el Mundial de 1983 pero en la Universiada de Kobe en 1985 tuvo que volver a pasarlo (al haber olvidado el certificado). Los resultados revelaron que su cariotipo era 46XY pero con el SIA (síndrome de insensibilidad a andrógenos). Se le aconsejó que simulase estar lesionada y así lo hizo pero, al volver a competir en 1986, la Federación la descalificó privándola de su beca y haciendo público su caso. Posteriormente fue profesora de la Universidad de Vigo donde dirigió el centro de Estudios Olímpicos.

La lucha de la gallega fue apoyada por personalidades como el genetista Albert de la Chappelle y numerosas activistas americanas que luchaban por hacer comprender al vetusto C.O.I. que el concepto de lo masculino y lo femenino -tal y como lo concebían las mentes conservadoras- ya no existía. La presión de asociaciones médicas como la Asociación Médica Americana o los Colegios de Obstetras y Ginécologos de EE.UU. y otros países llevaron a los organizadores de los Juegos de la Commonwealth y a la IAAF a desafiar al C.O.I. y suprimir los controles de sexo desde 1992. En los Juegos de Atlanta se realizaron casi 4.000 costosos análisis de ADN y fueron detectados ocho casos. Todos ellos recibieron luz verde para competir tras ser analizados otros factores.
Finalmente el C.O.I. suspendió los controles en los Juegos de 2000 (aunque
el tema está lejos de estar cerrado).

Los últimos casos
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. Santhi Soundarajan (India). Campeona de la India de 800 y 1.500m (y plusmarquista de 3.000 obstáculos) fue subcampeona asiática de 800m en 2005 y un año después repitió plata en los Juegos Asiáticos de Doha. La IAAF la sometió a un control de sexo (evaluación a fondo por un ginecólogo, un genetista, un endocrinólogo, un psicólogo y un especialista en medicina interna) y determinó que tenía características intersexuales (afectada por el SIA). Descalificada, tuvo un intento de suicidio. Más tarde sacó un título de entrenadora.

. Yvonne Buschbaum (Alemania) ha sido una de las mejores pertiguistas de su país alcanzando en 2003 su plusmarca (4,70). Campeona alemana, fue sexta en los JJ.OO. de 2000 y en el Mundial-03 y bronce en el Europeo de 2002. En 2007 se retiró para someterse a una terapia hormonal y una operación de cambio de sexo pasando a llamarse Balian. (su web).

Breve conclusión (en espera de la decisión sobre Caster Semenya). La diferenciación de sexos para algunos deportes (en otros carece de todo sentido más allá de cierto paternalismo) se basa en la ventaja que otorgan determinadas características por el género para ejercicios de potencia o resistencia.

Los seres humanos nacen con 46 cromosomas, en 23 pares. Los dos cromosomas que determinan el sexo son el X (femenino) y el Y (masculino). La mayoría de las mujeres son XX, mientras que la mayoría de los hombres son XY. Antes se pensaba que la mera presencia de un cromosoma Y determinaba de forma absoluta el género masculino. Sin embargo, nuevas investigaciones científicas han confirmado que en unos pocos de miles de nacimientos puede haber una enorme gama de variaciones. Algunas personas nacen con un cromosoma de un solo sexo - son 45X o 45Y. Otros nacen con un cromosoma de más - 47XXY o 47XYY o 47XXX.

Estas y otras variaciones invalidan los tradicionales estándares de determinación de sexos.
Los científicos no creen que haya hombres compitiendo como mujeres. Lo que encuentran a menudo son mujeres con cromosomas XXY, cuya composición genética incluye un factor de exceso de testosterona. Mujeres de fornido aspecto “masculino”, como Kratochvilová o Mutola, resultaron ser XX estándar y pasaron las prueba de feminidad muchas veces. Otros casos son los de atletas con genitales intersexuales. Algunas tenían restos de cromosoma Y unido a un X, otros eran XX "normales" cuyo desarrollo genital puede haber afectado por un desequilibrio hormonal, o incluso daños al feto (como el SIA). El vello facial en una mujer puede ser el resultado de la variación cromosómica, o un simple desajuste entre el estrógeno y
la testosterona. Según la doctora Anne Fausto-Sterling (Science World), "Los cromosomas, las hormonas, las estructuras internas del sexo, las gónadas y los genitales externos varían mucho más de lo que la mayoría de la gente piensa”.

Hoy el sexo, en buena medida es una opción personal (aunque algunos tribunales de Texas pueden exigir análisis genéticos para garantizar la ley que señala que sólo pueden casarse XX con XY). La decisión de la IAAF -más allá de la "carnaza" de algunos periodistas o foreros más bien desinformados- sólo debe responder a razones que respeten la ética deportiva.

Para leer más:

- The Rise and Fall of Gender Testing
- Grupo de apoyo afectadas SIA
- El caso Heidi Krieger (en inglés)

5 comentarios:

  1. qué artículo más completo y bien escrito, te felicito.

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  2. Excelente artículo, muy interesante lo que escribes en tu blog, saludos desde Chile.

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  3. Part two ... And I want to mention: Heidi Krieger had a problem with her ​​gender. That some people have not even sport. This is not a question of doping or anything, but a question of the head! And because she just can lend a hand. Think about it.

    Yours Daniel Haubel

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