Se estrenó la película "Berlín 36" de Kaspar Heidelbach.
El cine alemán se acerca estos últimos años a episodios de su historia reciente con filmes que están conociendo bastante éxito internacional como Berlín es Occidente, Goodbye Lenin, El hundimiento o La vida de los otros. En esta línea se ha estrenado en Berlín una película inspirada en la historia de la atleta judía Gretel Bergmann, una mujer que emigró a EE.UU., donde aún vive con su apellido de casada, Lambert.
Una película es una ficción y, cuando recrea hechos acaecidos hace setenta años, nos habla más de nuestra manera de pensar y de ver el pasado que la de la época tratada pero nos parece interesante comentarla ya que no hay tantas películas en las que el atletismo sea el hilo conductor.
En 2004 ya se había estrenado un documental dramatizado, Hitler´s pawn. The Margaret Lambert Story (El rehén de Hitler), con narración de la actriz israelí Natalie Portman. En la película de Heidelbach, que se estrenará en las salas el 10 de septiembre, el papel de Gretel lo interpreta la actriz Karoline Herfurth y el de Avery Brundage -presidente del C.O. americano- el actor John Keogh.
El argumento de la película.
En vísperas de los JJ.OO. de Berlín, algunos grupos de presión estadounidenses agitaron un posible boicot si Alemania excluía de sus selecciones a los deportistas judíos. Una de ellas era la saltadora de altura Gretel Bergmann que fue convocada a la concentración pre-olímpica pero finalmente sería excluída una vez confirmada la salida de los americanos hacia Berlín. Su plaza fue ocupada por otra saltadora que años más tarde sería descalificada al constatarse que era un hombre. Bergmann emigró en 1937 a los EE.UU. donde aún vive.
La trayectoria deportiva de Gretel Bergmann.
Margaret "Gretel" Bergmann nació en Laupheim -en el sur de Alemania- el 12-04-1914 en el seno de una familia judía. Empezó a practicar deporte con 15 años. Se inclinó por el salto de altura y en 1931 saltó 1,51 en los campeonatos del sur de Alemania. Con la llegada de los nazis al poder en 1933 los judíos fueron expulsados de los clubs deportivos y Gretel marchó con parte de su familia a Inglaterra. Se impuso en el 1934 en el campeonato de la AAA con un salto de 1,55m.
El régimen nacional-socialista presionó a su familia para que regresase a competir en Alemania con el fin de transmitir una imagen de apertura ideológica en vísperas de los Juegos. En 1935 Gretel saltó de nuevo 1,55 en el campeonato de Württenberg. Sin embargo no acudió a los campeonatos de Alemania ese año ni el siguiente. El 27 de junio de 1936 en Stuttgart igualó con 1,60 el record nacional de Elfriede Kaun. Una tercera "saltadora", Dora Ratjen igualó la marca el 11 de julio. El 16 de julio Gretel recibió una carta que la excluía del equipo olímpico alegando que su rendimiento era insuficiente. La carta concluía así "No hay posibilidades de que sea incluída en el equipo. ¡Heilt Hitler!". El 1 de agosto el canciller Adolf Hitler presidía la fastuosa ceremonia inaugural de los XI Juegos Olímpicos de la era moderna.
En la final de altura Dora Ratjen acabó cuarta mientras tres mujeres, la alemana Elfriede Kaun, la británica Dorothy Odam y la húngara Ibolya Csak empataban a 1,60 y se veían obligadas a un desempate (era la regla de la época) que dio el oro a la húngara (1,62 en salto de desempate), la plata a la inglesa y el bronce a la germana. En 1938 Dora Ratjen se proclamaba campeona europea y batía el record mundial (1,70) pero poco después era descubierta y descalificada. Con el nombre de Horst (Hermann, Hugo o Heinrich en otras referencias) fue al frente sobreviviendo a la guerra.
En mayo de 1937 Gretel se exilió en los Estados Unidos ganando esa misma temporada los títulos de la AAU de peso (11,44) y altura (1,52), renovando este último en 1938 (1,57). Se casó con otro exiliado, el estudiante de medicina (y antiguo sprinter) Bruno Lambert y pasó a llamarse Margaret Lambert. Recibió la ciudadanía estadounidense en 1942. Infatigable activista por la causa judía, declaró no haber vuelto a hablar en alemán ya que "odiaba todo lo alemán". También publicó un libro autobiográfico By leaps and bounds (A pasos agigantados). En 1996 fue admitida en el "Salón de la fama del deporte judío" y no regresó a Alemania hasta 1999 con motivo de inaugurar el estadio de su Laupheim natal al que se le dio su nombre (también a un pabellón deportivo de un barrio de Berlín). En esa ocasión se expresó en inglés con un traductor.
Los judíos en los Juegos de Berlín.
La presión de los grupos democráticos, judíos o antifascistas de diferentes países mantuvo en vilo el posible boicot a los Juegos de Berlín, un boicot que no llegó a materializarse (aunque a nivel personal algunos atletas judíos o antifascistas decidieron no acudir). Los alemanes preseleccionaron a 21 deportistas judíos pero finalmente sólo compitió la esgrimista Helene Mayer, campeona olímpica en 1928 (y que se llevó la plata). La polémica con los atletas judíos alcanzó también al equipo americano ya que el presidente del Comité Olímpico USA Avery Brundage era un notorio simpatizante de las teorías racistas. Finalmente, con la complicidad del entrenador Dean Cromwell, excluyó del relevo 4x100 a los sprinters Marty Glickman y Sam Stoller, los únicos judíos del equipo de atletismo estadounidense (en otro deporte que entonces pasaba desapercibido como el baloncesto sí jugó un judío americano, Sam Balter). Otros países como Austria, Checoslovaquia, Polonia o Hungría mantuvieron a sus atletas judíos. Varios de ellos ganaron medallas
29 de agosto de 2009
Berlín 36: la verdadera historia de Gretel Bergmann
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La verdad hay poco cine de atletismo ¿la hacen en España?
ResponderEliminarLa Federación Alemana de Atletismo, acaba de reconocer las marcas de salto, de Margaret Gretel Bergmann. Un poco tarde. ¿Verdad?
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