Hay trece países que han ganado un sólo título olímpico de atletismo. Tres de ellos sólo cuentan con esa medalla, Siria (
Ghada Shouaa, heptatlon 1996), Burundi (
Venuste Niyongabo, 5.000m 1996) y la República Dominicana (
Félix Sánchez, 400m.vallas 2004). De los otros, el más laureado es Trinidad y Tobago (10 medallas pero sólo el oro en los 100m de
Hasely Crawford en 1976) seguido por Austria (7 medallas y el título de
Herma Bauma en jabalina en 1948) y el tercero de esta lista de países "uni-campeones" es Túnez con cuatro medallas, todas ganadas por
Mohamed Gammoudi.
Mohamed Gammoudi fue en 1964 el primer medallista olímpico de su país (unos días después el boxeador
Habib Galhiase ganó un bronce). En el resto del siglo, además de las medallas de Gammoudi y Galhiase, Túnez sólo ganó una sexta (bronce en boxeo de
Fathi Missaoui en 1996). Ya en el siglo XXI el "torpedo de Marsa"
Oussama Mellouli colgó el segundo oro en el palmarés tunecino con su triunfo en los 1.500m de natación de Pekín.
Mohammed Tlili Ben Abdallah Gammoudi -conocido como
Mohamed Gammoudi (
محمد القمودي)- nació en Sidi-Aich (Gafsa) el 11 de febrero de 1938. Soldado profesional, destacó en los
cross militares bajo la dirección del comandante
Hassine Mamouda, su entrenador. Campeón nacional de cross y de 1.500m en 1962, se dio a conocer en los Juegos del Mediterráneo de 1963 cuando en la pista de San Paolo se impuso tanto en los 10.000 (ante el yugoslavo Cervan y el recientemente fallecido
Iluminado Corcuera) como en los 5.000m (ante el francés
Jean Fayolle y
Fernando Aguilar). También ganó los 5.000 de los Juegos (francófonos) de la Amistad, precedente de los Juegos Africanos.
Pese a ello, pocos lo conocían cuando fue uno de los que pudo seguir al favorito
Ron Clarke en la final de 10.000m de Tokio . En una última vuelta caótica por los doblados (habían tomado la salida 38 atletas), el tunecino pareció soltar el ataque definitivo a falta de 100m pero, aunque Clarke cedió, apareció el sioux
Billy Mills y lo peinó sobre la raya. Unos días después ganó su serie de 5.000m ante
Bob Schul y
Harold Norpoth (a la postre los dos primeros) pero no compareció en la final por lesión.
Ya convertido en un campeón famoso, destacó en cross (campeón mundial militar en tres ocasiones) y revalidó en 1967 sus títulos mediterráneos. Pese a lograr algunas (13:36.4 en 1966), nunca destacó por sus marcas pero siempre fue competitivo en los campeonatos oficiales. 1968 fue su año y lo empezó ganando el Cross de las Naciones ante su público (había sido bronce en 1965). En julio corrió los 5.000m en Estocolmo en 13:30.8 pero pocos podían prever su rendimiento en México frente a los hombres de los altiplanos.
Gammoudi abrió su sensacional actuación en el estadio azteca con un bronce en la final directa de 10.000m pero su prestación pasó casi inadvertida ante el emocionante sprint por el título que protagonizaron el keniata
Naftali Temu y el etíope
Mamo Wolde (bueno, el público si lo siguió ya que el atleta local
Juan Máximo Martínez quedó muy cerca del podio). Dos días después se clasificó sin problemas para la final de 5.000m. En ella Gammoudi se vio en cabeza, a falta de una vuelta, emparedado entre los kenianos Temu y
Kip Keino. Cuando todos creían que éste, brillante millero, impondría su
rush final, el hombre del llano lo batió por 15/100 y se llevó el título olímpico. Recibido como un héroe en su país, el presidente Bourguiba (mentor del destituido Ben Alí) lo ascendió de sargento al empleo de teniente.
En los años siguientes su perfil deportivo fue bastante discreto. En 1969-70 disputó varios
cross y
meetings europeos pero en 1971 fue batido en los 5.000m de los Juegos del Mediterráneo por el gallego
Javier Álvarez Salgado. Dos días depués abandonó en los 10.000m. En 1972 acude a sus terceros JJ.OO. pero, tras dominar en su serie de 10.000 a los Haro, Shorter y Viren, su trayectoria olímpica pudo acabar en la final cuando tropezó con el finlandés, que cayó delante de él. Mientras el nórdico se reincorporó con rapidez, a Gammoudi le costó y, tras correr un par de vueltas, abandonó. Sin embargo lo encontramos de nuevo en las difíciles eliminatorias de 5.000m (sólo dos plazas fijas en cada una) alcanzando la final (y dejando fuera a
Ben Jipcho o
Anders Gärderud). En una final animada por el americano Prefontaine, Gammoudi fue el único capaz de seguir la aceleración de
Lasse Viren aunque no pudo alcanzarlo. Se colgaba así su cuarta medalla olímpica (entrando en el top-20 de atletas olímpicos masculinos, algo realmente meritorio para un fondista moderno).
Fue la última gran aparición internacional de
Mohamed Gammoudi que siguió corriendo en la siguiente olimpiada. Sin embargo, el
boicot africano en 1976 le privó de sus cuartos Juegos a sus 38 años. Fue técnico y federativo de la federación de su país y se retiró del ejército en 1999 como comandante.
Pese a no tener otras medallas olímpicas, Tunez ha tenido otros atletas destacados. Independiente en 1956, debutó olímpicamente en 1960 pero el vallista
Mongi Zarrouki, plata mediterránea de 400 vallas en 1959, le había dado su primera medalla. En los años siguientes, a la estela de Gammoudi, brillaron algunos medifondistas, marchadores y fondistas pero también tuvo algunas mujeres que ganaron medallas a nivel mediterraneo y africano. Entre ellos podemos citar a
Ali Khamassi y
Labidi Ayachi (subcampeones mediterráneos de 10.000 y 3.000 obstáculos en 1967), al mediofondisya
Mansour Guettaya (campeón mediterráneo de 800 y 1.500 en 1971), a
Abdelkader Zaddem (8º en 10.000m en Munich-72), a
Fethi Baccouche, finalista olímpico de 3.000 obstáculos en 1984, y a
Ali Hakimi, finalista olímpico de 1.500m en 1996. Tal vez el más brillante de los últimos años ha sido el marchador
Hatem Ghoula (nacido en París), que ha acumulado títulos africanos, mediterráneos y pan-arabes y que obtuvo la medalla de bronce de 20km en los mundiales de Osaka (en un final polémico). Entre las chicas ha destacado
Habiba Ghribi, subcampeona africana y finalista olímpica en Pekín de 3.000m obstáculos.